Vos passem informació relativa al número 9 de La Lluna en un Cove. Com potser ja sabeu, este és un projecte literari que naix en la nostra comarca, i es projecta cap a tots els territoris on compartim llengua, culura i costums. Vam començar a publicar en gener de 2009, i des d'aleshores fins ara hem anat evolucionant, creixent, i millorant en tots els aspectes la publicació, que ara es presenta en enquadernació especial tipus llibre i amb un format sorprenent. La Lluna en un Cove està trencant barreres i superant tabús; sobretot, estem fent possible que molts autors en la nostra llengua tinguen l'oportunitat de publicar en paper les seues xicotetes grans obres: relats de ficció, assajos, articles d'opinió, però, per damunt de tot, bona literatura. Ens satisfà comprovar que este projecte causa il·lusió en tots els nostres lectors, subscriptors, simpatitzants, etc. Gràcies a tots ells, La Lluna en un Cove és un impossible de periodicitat mensual. Esperant que la informació que vos passem siga del vostre interès, aprofitem per a saludar-vos cordialment!
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La Lluna en un Cove - projecte literari
Vos passem informació relativa al número 9 de La Lluna en un Cove. Com potser ja sabeu, este és un projecte literari que naix en la nostra comarca, i es projecta cap a tots els territoris on compartim llengua, culura i costums. Vam començar a publicar en gener de 2009, i des d'aleshores fins ara hem anat evolucionant, creixent, i millorant en tots els aspectes la publicació, que ara es presenta en enquadernació especial tipus llibre i amb un format sorprenent. La Lluna en un Cove està trencant barreres i superant tabús; sobretot, estem fent possible que molts autors en la nostra llengua tinguen l'oportunitat de publicar en paper les seues xicotetes grans obres: relats de ficció, assajos, articles d'opinió, però, per damunt de tot, bona literatura. Ens satisfà comprovar que este projecte causa il·lusió en tots els nostres lectors, subscriptors, simpatitzants, etc. Gràcies a tots ells, La Lluna en un Cove és un impossible de periodicitat mensual. Esperant que la informació que vos passem siga del vostre interès, aprofitem per a saludar-vos cordialment!
Miguel Hernández tendrá su gran homenaje
La única novela del padre de Jorge Luis Borges
Teresinka Pereira: "Ilusión" (poema)
ILUSIÓN
Una rosa se deshace en versos
y pasa flotando
en solemnes ríos
dulces y pulcros guardianes
de mis sueños.
La noche me baña
con su líquida luz de estrellas
y el alma (que no tengo)
solloza más allá de los planetas.
Sin embargo conjugo
este misterio como quien
del barro puede hacer
una ilusión perfecta.
TERESINKA PEREIRA
Encuentro Internacional en Goya - Corrientes - AR
Con una expectativa que trasciende las fronteras de la provincia y el país, se prepara el II ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS, NARRADORES, DECLAMADORES Y ACADÉMICOS en Goya (Corrientes- Arg.).
La cantidad de inscriptos ya triplica la del año anterior, lo que obligó a los organizadores a replantearse toda la organización.
Se prepara la presentación de poetas, novelistas, declamadores y profesores universitarios de todo el país y de otros países como Uruguay, Paraguay, Brasil, Perú, Alemania y residentes españoles en Argentina.
Unas veinticinco ponencias, cincuenta presentaciones de libros, dos festivales declamatorios, una cena show en el Club Social Argentino, son algunas de las actividades previstas para el 8, 9, 10 y 11 de octubre de 2009.
Hasta este momento ya han confirmado prestantes de todas las provincias del país, exceptuando Tierra del Fuego, La Pampa y San Luis. Se han formado inclusive delegaciones como la de Mendoza que congrega a siete escritores reconocidos de la provincia.
Toda la información del encuentro se halla en :
http://www.sadegoya.blogspot.com/
En la imagen: Iglesia Catedral de Goya
Félix Álvarez Ferreras - Su fallecimiento
Él estaba en el Hospital Prades al sur de Francia, desde el 30 de junio.
TERESINKA PEREIRA
Una cuidada selección de cartas recibidas.
Poetas modernistas - por Delfina Acosta
Miradla, así, sobre el follaje oscuro
Donde una vez las aguas de tu rostro...
Donde una vez las aguas de tu rostro
Versión de Elizabeth Azcona Cranwell
Un poema de Teresinka Pereira
y el vértigo me coge
llevándome a la flor del alma.
Hago ruidos desmedidos
esperando agarrar un argumento
que fuera justo
a este momento suicida.
El celular tiene voz de tumba
y las horas van resbalando
en el cuarto sin al menos
una lágrima que justifique
una vela prendida en el velorio
de mi sueño.
Sin maleta ni boleto
he subido al último carrocel
de la noche.
TERESINKA PEREIRA
"Domingo sin Francisco" - de Delfina Acosta
Vea usted: Yo he amado mucho. Cuánta noción de firmamento, de estrellas cayendo en silencio mientras la gente dormía, de lucero parpadeando sobre el rocío del pasto, empecé a tener desde que conocí a Francisco. Se me vino encima toda la constelación. Él me hablaba muy por debajo de su edad (ya tenía cincuenta y cuatro años) pues no le gustaba ponerse serio ni portarse como gente mayor conmigo; no se quejaba de la artritis, que comía diariamente la semilla de su salud, ni mencionaba las molestias en el pecho, que le hacían toser un color azul oscuro, pues era de fumar mucho. Me amaba. A veces se ponía a tono con la duración del noviazgo: dos años. Entonces me decía, mientras observábamos partir un barco de bandera azulada de aquel muelle de Buenos Aires donde venían a confinarse los amantes de los atardeceres, que ya conversaría con su madre, la señora Ester.
A mí, que era feliz con verlo solamente, que hablara o no de mi existencia a ella, me tenía sin cuidado. Vea usted: A su madre le habían vuelto chocha sus ochenta y siete años, y yo sabía, por confesión de él, que en la entrevista la señora sólo me confundiría con la primera novia, Margarita Escalante, reclamándome que ya era tiempo de casarme con su niño. Cada tarde lo aguardaba sentada frente al piano inglés de tres pedales. Pero él era demasiado inquieto para un Beethoven denso, sordo, revolviéndose en su silencio hasta que salieran aquellas notas musicales liadas con los ruidos de cascos de los caballos en tropel. Así que se quedaba escuchándome un rato y luego me contaba aquellas cosas que se acostumbra contar cuando se habla de casos que ocurren a los otros, sólo a los otros, y lejos. Francisco se instalaba en el sofá de respaldo ortopédico, fumaba un pucho, de los más buscados, y me besaba las manos mordiendo cariñosamente mi dedo meñique en señal de apetito. Era un seductor. En sus ojos azules me veía pequeña y aniñada. Cómo no iba a desear morir cuando me vinieron a contar que había muerto. El domingo se lo llevó, mientras los enamorados del parque tendían manteles a cuadros sobre el pasto para servirse filetes de carne empanados y vino; ah... ellos siempre tan locuaces y contentos a pesar de la insistencia de alguna abeja y dos o tres moscas que suelen ir de las hierbas a la boca de la botella y de la boca de la botella al aliento alcohólico. Se sabe que todas las historias de amor son únicas. Pero comprenda usted que nuestro amor era la razón de mi vida. Y si era la razón de mi vida, ¿cómo no voy a estar ahora fuera de mi juicio? El piano inglés, con su tapa levantada, no me dice absolutamente nada.
La brisa fresca de la tarde, que antes me inspiraba un café caliente con tostadas, para tomarlo en compañía de Francisco, mi Francisco (él soplaba por mí el vapor), hoy me arrastra hasta la cama, donde me hundo bajo dos pesados edredones.
No hago otra cosa que vivir de costado, y atrás, siempre atrás, pues soy la última, pareciera, en la fila del gentío. Cómo dejar de estar triste, si a esta hora ya solía hallarse él conmigo, mostrándome una variedad de piedras y de guijarros que juntaba avanzando por el camino de los cipreses para mí; ah... arrastraría una montaña hasta mis pies si fuera necesario. Su mejor presente fue una desdichada mariposa blanca con el ala lastimada que salvó de un pabellón de hormigas rojas que ya cruzaban la calle para arrastrarla a su nido. La arrullamos como si fuera la criatura de nuestra buena suerte.
Solíamos ir al bar chino de la esquina. Me contaba chistes divertidos; sobrepasada de alegría, yo sentía correr las lágrimas por mis mejillas, y él, contento de darme la felicidad necesaria para que lo amara y lo adorara todavía más, pedía al mozo otra botella de champán de la más selecta cosecha.. Y ahora usted me dice que la vida continúa.
Y claro que sigue, pero en sentido contrario. Cada día retorno al pasado, por ejemplo a aquella carrera que hicimos hasta llegar a la cima de la loma, desde donde se veía el campanario de la iglesia. Y me dice usted que tome vitaminas, con un vaso de agua mineral. Y tomo la medicina que viene en un envase de color verde, un verde de esperanza comercial; sin embargo el recuerdo de su rostro observándome mientras me maquillaba frente al espejo me persigue, y se repite, se multiplica en el espejo de cuerpo entero de la sala cuando paso frente a él. Querría enojarme con Francisco por perseguirme. Quiere volverme loca. Si miro el patio oscurecido de la casa, mientras me siento en el sillón, yo, madre de mi gato, siento que una música triste, como de violín perdido por su dueño y tocado por manos extrañas, como de viento arrastrado por las hojas de las veredas, viene a marcar el compás de esto que hago para no fatigar mi cansado corazón: mecerme.
Y me dice usted que no debo caer en exageraciones nerviosas, pero lo que me pasa, lo que me ocurre es una tristeza profunda, de las que le vienen a uno cuando observa caer el agua de la canaleta sobre el aljibe sin fondo.
¿Vio qué tristona suele ser la lluvia al resbalar por las ramas de la higuera? Y me explica usted que esta píldora de color azul me ayudará a tener la memoria encendida. Qué me importa a mí recordar dónde dejé los anteojos, o la cajetilla de fósforos, o el nombre de mis amigas que me llaman de vez en cuando para reprocharme por no llamarlas, o mi mismo nombre, que a veces se me antoja fuera de lugar y excesivo para mi situación actual: Aurora. Qué me importa olvidar si no puedo dejar de recordar aquel paseo con Francisco bajo la sombra de los eucaliptos, a las cinco de la tarde. Entonces nuestro enamoramiento nos hacía aspirar y exhalar el aire para llenarnos de ese querer que parecía oler a una esencia aromática. Nos queríamos tanto, y era un dolor, a veces, querernos, sobre todo cuando nos despedíamos. Cuando nos despedíamos nos queríamos demasiado. Usted sabe, doctor, que el domingo tiene un no sé qué de melancolía. Y también de desgracia. Él ya no está a mi lado. Ayer, junto a la glorieta del paseo de las mariposas, vi a una joven de rostro claro, con unas pequeñas venas azules que eran como vetas en su triste rostro de piedra; a su lado estaba un muchacho, parecido a mi Francisco, que le tomaba cariñosamente de las manos y le decía cosas tibias en el oído. Me puse tan mal. El amor de los demás prende en mí un dolor que es como un fósforo encendido; estoy devorada por dentro. Nadie puede hacer ya nada por mí. Ni usted ni yo tendremos culpa alguna si mañana amanezco muerta en la cama. “Sobredosis de barbitúricos”, dirá el médico forense. La culpa la tendrá esta tristeza horrible y espantosa como una tarántula de la que ya no puedo hacerme cargo.
Presentación de Antología Poética
Gutenberg y su imprenta
Pacifist Poetry and Short Story World Competition
Manuel Barrientos + Borges + Bioy Casares
Manuel Barrientos aporta una visión particular sobre el debate del fútbol y la televisión, recurriendo a Borges y Bioy Casares.
“Viejo turista de la zona de Núñez y aledaños, no dejé de notar que venía faltando en su lugar de siempre el monumental estadio de River”, comenta Bustos Domecq, el personaje creado por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, en “Esse est percipi”, publicado en 1967.
Azorado, el narrador se acerca hacia las oficinas de un viejo amigo, Tulio Savastano, a la sazón presidente del club Abasto Juniors.
Dando una chupada postrímera a su bombilla exhausta, Savastano lo introduce en la realidad del fútbol argentino: “No hay score ni cuadros ni partidos. Los estadios son demoliciones que se caen a pedazos. Hoy todo pasa en la televisión y en la radio. La falsa excitación de los locutores ¿nunca lo llevó a maliciar que todo es una patraña? El último partido de fútbol se jugó en esta capital el día 24 de junio del ’37. Desde aquel preciso momento, el fútbol, al igual que la vasta gama de los deportes, es un género dramático, a cargo de un solo hombre en una cabina o de actores con camiseta ante el cameraman”.
http://www.frentetransversal.com.ar/spip/article6708.html
Noticias desde una Tierra de Letras
Letralianos:
La edición 216 de Letralia viene, como siempre, cargada de noticias y buenas letras para disfrute del lector hambriento.
http://www.facebook.com/l/;www.letralia.com
Concurso de literatura optimista en blogs
Poesía Mapuche
TODA LA TIERRA ES UNA SOLA ALMA…
Toda la tierra es una sola alma,
somos parte de ella.
No podrán morir nuestras almas.
Cambiar, sí pueden; pero no apagarse.
Somos una sola alma como hay un solo mundo.
De:
Poesía oral, CEAL, 1981.
Estudio preliminar y selección de textos: Daniel Freidemberg.
En:
Aromito Revista
Para novelistas en busca de un gran premio
"Postales de la aldea" - en Entre Ríos - AR
invita
a la presentación del libro
POSTALES DE LA ALDEA
de Margarita M. Sacks
que tendrá lugar el próximo sábado 15 de agosto de 2009,
a las 20:30 horas en el marco de la Fiesta de la Kerb,
en la Escuela Provincial Nº 39 "Perito Moreno"
(Calle Monseñor Kaul),
de Aldea Santa María, Entre Ríos.
Los esperamos.
A la espera de la oscuridad
De "Beloved" - Toni Morrison
TONI MORRISON
(Fragmento de "Beloved")
"Las mujeres de la casa lo sabían, y también los niños. Durante años, todos aguantaron la malquerencia, cada uno a su manera, pero en 1873 Sethe y su hija Denver eran las únicas víctimas. Baby Suggs – la abuela- había muerto; los hijos, Howard y Buglar, se largaron al cumplir los trece años… en cuanto bastó con mirar un espejo para que se hiciera trizas (ésta fue la señal para Buglar), en cuanto aparecieron en el pastel dos huellas de manos diminutas (ésta lo fue para Howard). Ninguno de los dos esperó a ver más: ni otra olla llena de garbanzos humeando en el suelo, ni las migajas de galleta esparcidas en línea recta junto al umbral. Tampoco aguardaron la llegada de otro período de alivio: las semanas, incluso meses, en que no había perturbaciones. No. Cada uno de ellos huyó al instante… en cuando la casa profirió el único insulto que para ellos no debía soportarse ni presenciarse por segunda vez."
Carlos Fernández y Adriana Valor
El programa "UNA NOCHE INOLVIDABLE", disponible las 24 hs. en:
http://www.radiosentidos.com.ar/
INGRESAR A "PROGRAMACION": icono del programa...y a escuchar…
INGRESAR A "BLOG": nombre del programa... OPINAR, DEJAR MENSAJE... UN POEMA...
La melancolía y la literatura - Nota en abc digital
La melancolía y la literatura
Jornadas sobre aspectos de Rodolfo Walsh
A través de documentales, mesas redondas, conferencias y talleres, el ciclo intentará mostrar la forma de contar que llevo a Walsh a ir mas allá del periodismo.
Seguir las pistas de sus pistas y reconstruir sus "paso a paso" será el objetivo de los encuentros que estarán a cargo de reconocidos historiadores, antropólogos forenses, periodistas y escritores.
Cristian Alarcón, Lila Caimari y Fernando Murat son algunos de los responsables de las jornadas que pretenden recoger las enseñanzas del autor de "Operación Masacre", dentro de un género que desde "Facundo" y "Una excursión a los indios ranqueles" le dio un sello propio a la literatura Argentina.
"Pistas de la verdad" es el título de la mesa redonda donde el miércoles próximo el antropólogo Alejandro Inchaurregui, la historiadora Caimari y el periodista Murat intentarán definir cuáles son los pasos mediante los que un pálpito se convierte en evidencia, cómo descubrir un ´modus operandi´ y qué hacer cuando no existen fuentes documentales.
Alarcón coordinará la cita que tendrá lugar a las 19 en la sala Batato Berea, donde más tarde dictará uno de los talleres sobre los maestros de la no ficción.
Luego se proyectará el video "El Walsh de la investigación" que Fabrizio Pérez realizó sobre entrevistas de María Moreno; donde sobrevivientes de la legendaria agencia de noticias ANCLA -Daniel Link, Lila Pastoriza y Lucila Pagliai entre otros- cuentan el exhaustivo trabajo de Walsh para generar contrainformación durante la última dictadura militar argentina.
AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH
Nombres nuevos en la literatura argentina
Piglia
Es éste apenas un apunte para quienes gustan hacer sus propias investigaciones. De una extensa nota del diario "El País", de Madrid, España, copiamos a nuestro cuaderno de bitácora algunos nombres sueltos:
Piglia Aira Fogwill Rodolfo Walsh Fresán
Pauls Tabarovsky Chejfec Félix Bruzzone
Juan Terranova Patricio Pron Iosi Havilio
Carlos Busqued Aurora Venturini Hebe Uhart
Sergio Bizzio Lucía Puenzo
Historias personales de estos autores: cada uno transitando el mundo con sus propia y particular vida, como todos. Y hasta uno de ellos con su terrible final, fruto de no querer callar lo que estimaba que debía decir.
Edades: desde jóvenes inquietos hasta señoras de muy avanzada edad, o de aquél que desapareciera prematuramente, pues aunque era aún joven, toda muerte de alguien valioso es prematura.
Porque Borges, Sábato, Mujica Láinez,... ya fueron conocidos mensajeros de estas tierras que llevaron sus palabras escritas al mundo. Pero siempre habrá, como en los ejércitos romanos, otra línea detrás irguiéndose para lanzar su carga de flechas, detrás otra, y así.
Por eso estos nombres salpicados y la fotografía de cualquiera de ellos. Como si les diésemos una palmada en la espalda para hacerles notar que en casa algunos sabemos qué está ocurriendo con ellos. Y que eso nos hace bien.
Noris Roberts invita
Les invito a recorrer mi website, sólo has clic en el enlace:
http://www.norisroberts.com/
http://www.norisroberts.com/
Nuestros amigos de Letralia nos hacen llegar información sobre nuevos certámenes literarios.
(En cada caso indicamos la fecha de cierre)
I Premio de Divulgación Histórica “Juan Antonio Cebrián”
Del 1 de septiembre al 30 de noviembre de 2009
II Premio “La Brújula” de narrativa infantil-juvenil de valores
31 de diciembre de 2009
Concurso Novela Corta 2010 “Julio Ramón Ribeyro”
(Perú)
Del 1º de diciembre de 2009 al 15 de enero de 2010
VIII Premio de Ensayo Miguel Espinosa
30 de noviembre de 2009
IX Premio Internacional de Relato Corto
“Encarna León”
25 de noviembre de 2009
LXX Premio “Alejandro Pérez Lugín 2009”
de Periodismo
30 de noviembre de 2009
III Premio de Microrrelatos Eróticos
“Jeanne Traumnovelle”
30 de noviembre de 2009
I Edición del Premio Internacional
de Investigación sobre la Emancipación
31 de diciembre de 2009
VII Premio Poético Internacional
“Jaime Gil de Biedma y Alba”
31 de octubre de 2009
III Certamen Internacional de Relato Breve
sobre Vida Universitaria
“Universidad de Córdoba”
30 de noviembre de 2009
Segundo Concurso de Cartas de Amor,
en honor al poeta Hisdis Rafael Caraballo
(Venezuela)
30 de noviembre de 2009
XV Certamen de Poesía
María del Villar 2009
15 de octubre de 2009
X Concurso Literario “Julio Camba”
(España)
1 de octubre de 2009
XI Concurso Periodístico
sobre el Zapato Femenino
“Luis García Berlanga”
15 de octubre de 2009
VIII Certamen de Relato Corto
“Eugenio Carbajal”
31 de octubre de 2009
IV Premio Internacional de Novela Negra
“Ciudad de Carmona”
15 de octubre de 2009
Séptimo Premio Internacional de Ensayo
UAS-COLSIN-Siglo XXI Editores
31 de octubre de 2009
VI Certamen Literario
Cofradía del Vino de Navarra
“Del Vino y la Viña”
2 de octubre de 2009
Séptimo Premio Internacional de Narrativa
UNAM-COLSIN-Siglo XXI Editores
31 de octubre de 2009
IV Premio El Espectáculo Teatral
10 de octubre de 2009
Mayor información en:
http://www.letralia.com
"Pretextos" y su sindrome de abstinencia de café
GRUPO PRETEXTOS
CONFIESA:
¡No aguantamos más sin verlos y oírlos!
¡Basta de cuarentena (¿sesentena?)!
Puestas de acuerdo la gente del SAdeM y nosotras,
convencidas de que hay que ser precavidos pero no títeres,
¡aguante nuestro café!
Nuestros invitados se merecen la presencia y el aplauso
de toda la linda gente que nos acompaña siempre,
y ni una persona menos. Así que los esperamos,
lysoform en mano y abrazo recién bañado.
Alberto Luis Ponzo, lujo que nos damos
Dancizo Toro (Ecuador), 1er. premio Reunión de Voces 09
Karina Sacerdote, 2do. premio Padua es una Rosa 09
Sebastián Olaso, finalista Reunión de Voces 09
Sábado 8 de agosto, 17.30 hs,
Auditorio del Sindicato de Músicos,
Av. Belgrano 3655, entre Colombres y Boedo
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Eduardo Gutiérrez - escritor argentino
El Bosque - un cuento de Delfina Acosta
EL BOSQUE
DELFINA ACOSTA
Olvidé cómo se escribe un cuento.
Solía sentarme a las siete de la mañana frente a la máquina de escribir Remington, que ocupaba la mitad de mi escritorio, a un costado de la enorme ventana que daba a la calle. Durante los primeros momentos no ocurría nada, hasta que alguien, y otra persona parecida, y muchos individuos o sombras más que se dirigían a la fábrica textil del pueblo, pasaban con prisa por la vereda; entonces me entraba la angustia por escribir las primeras líneas, aquellas frases fijas que definen el inicio de una historia.
A las diez, Cándida, la vecina que me prestaba el auto para viajar los fines de semana a alguna villa veraniega, salía a hacer una revisión minuciosa de su jardín delantero; yo solía temer que me hablara sobre los cornezuelos que a menudo desfallecían a sus caléndulas y a sus helechos porque entonces una larga distancia me separaba de mi cuento hasta que terminaba por perderlo de vista.
Y ocurría que a veces me hablaba, y otras, no. El caso es que su presencia entre esas flores agitadas por los vientos de estío o de invierno me ponía ansioso, y acababa levantándome, bruscamente, del asiento, con un cigarrillo en la boca, para observar la borrosa lejanía de la zona portuaria.
A las once, o a las once y media, entraba en el gabinete la empleada doméstica, y hacía tal silencio de mosca mientras pasaba una trapo humedecido con alcohol por el único mueble de estilo provenzal de la casa, y con el mismo silencio de mosca se retiraba, que me gustaba pensar, con un extraño sentimiento, que era un desperdicio tanta precaución de su parte; total, al meterse la mujer en la habitación, no me venía una sola línea a la cabeza.
Es difícil escribir sin interrupción.
Ocurre que alguien te llama por teléfono y te dice esas cosas que uno escucha como desde lejos: “Fue imposible hacer nada... Tendré que comprar otra camisa. La tinta no ha desaparecido ni siquiera con cloro...”.
A la hora del almuerzo, cerraba con la fuerza de un latigazo que hace brincar a la bestia, la puerta del gabinete. Debía asegurarme de que mis personajes se quedaran bien encerrados en esa habitación de luces apagadas, para que yo pudiera, sin apresurar el sabor, disfrutar de aquella tregua: un plato de milanesa de pollo y otro de escabeche de berenjenas, acompañados de una botella de buen vino rosado. Luego venía la modorra.
Como a las cuatro y media de la tarde, cuando el calor caía sobre el aljibe sin roldana del patio, yo me tendía sobre las baldosas de la sala, aguardando la visita de Adelfa. Mi amiga rubia, rubiácea, me solía hablar después de fumar un cigarrillo, sobre las virtudes y necedades de mis cuentos. A mí me daba igual que objetara la presencia de una antigua vitrola en la habitación donde sucedía la parte más densa de las acciones; para eso tienes el piano, Miguel, el viejo piano alemán de la familia; que tanteara una crítica sobre determinada situación o trama por su estilo tan apasionado, que desaprobara un nombre común como José o Pedro, y que, a veces, me restregara la muerte del protagonista de turno, quien merecía vivir, después de todo; total, con un final abierto, la obra quedaría bien igual.
No es que fuera terco. Pero yo conocía a mi criatura. Ella era un bosque donde todos los animales (ciervos de ancas ligeras y vientres suaves, leopardos de ojos relampagueantes y aves de plumaje azul mezclado con el color de la sangre) convivían en cósmica armonía; su enorme cascarón resistía maldiciendo, pero resistía, los embates y las furias de las tormentas.
Mi criatura era una luz que se abría paso entre los gajos de los eucaliptos, los algarrobos y los abedules de su propio bos que para mostrar un camino, hecho con un polvillo como de oro y de azúcar, que tentaba a los hombres y a las mujeres que intentaban cruzar el río, para que desistieran de su propósito y se internaran en él.
Al llegar la noche se me presentaban en el gabinete. Una vez fue un hombre que deseaba viajar a un pueblo donde pensaba encontrar a la mujer que había amado, y llegó, y ella estaba vestida de triste desde los pies hasta los cabellos; sentada sobre un sillón de mimbre observaba las formas humanas que tomaba el ciprés según como el viento lo cabalgara.
Entonces escribí: Se vieron y se dieron un beso.
En mis horas nocturnas se me rebelaban las profecías.
Y entre humo y humo de cigarrillo cobraban sentimientos mis personajes, y yo debía decidir, desde luego, qué harían: la libertad o la prisión; la vagancia o el encierro; y aún esos detalles ínfimos: el viaje en barco o en tren. O la simple caminata por las calles.
Perdí la manera de escribir cuentos.
Este es el relatorio que - necesariamente - debo hacer sobre la maldición que ha caído sobre mí para que mi familia comprenda la decisión que he tomado.
No puedo más.
Letra Sur 2009
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