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PROMETO VOLVER SIEMPRE


Algún día ya no estaré entre los vivos. La existencia, que es un gran mar, alguna tarde, o cierta noche serena, con la Luna colgada siempre de la Tierra, y un rumor de hierbas frescas, me devolverá al polvo con golpes de olas.
Tal vez tendré un final inesperado, como Nino Bravo, a quien me gusta escuchar con los ojos cerrados, como dormida.
Reconozco que soy feliz y que vengo peleando la buena batalla, verso a verso, endecasílabo a endecasílabo, pues de eso se trata, por cierto, mi afán poético.
Me doy por mujer que no ha venido al mundo a traer rencillas, porque mi destino hace maridaje con los sueños y las ilusiones a los que no debería renunciar nunca el ser humano.
Mis novedades son un botón de flor en la vieja orquídea, un pan que huele a tibieza, una estrella cayendo, y un beso enamorado entre un hombre y una mujer.
Cuando ya no esté estarán en pie los árboles, y aquel pino y aquel cactus de mi patio se estremecerán acaso.
¡ Pero el viento traerá noticias de otra gente que nace !
Yo prometo, por mi parte, volver a través de mis poesías. 

DELFINA ACOSTA



Invitación de Proyecto Literario Social

Buenos días.
Le remito el enlace del Proyecto Literario Social: http://bookssolidarios.jimdo.com
Seguramente es un buen momento para colaborar por una buena causa, con muy poco esfuerzo económico.
Le agradecemos que dedique 2 minutos de su tiempo al Proyecto y abusando de su amabilidad le pedimos que lo difunda a sus amigos, conocidos y a través de sus redes sociales.
Un millón de gracias.

Cristina nos escribe desde San Luis - Argentina

Los invito a visitar mi página de escritores de San Luis, éste es mi link
http://artistaspuntanos.com/literaturalist/cristina-revuelta.html
CRISTINA REVUELTA

Juan José Vélez Otero - un reportaje breve

JUAN JOSÉ VÉLEZ OTERO

“Los poetisos de salón hacen poesía fría y descolorida”

¿Existe una desviación natural de la literatura en España o la crisis económica que la tiene en estado de suspensión, a través de sus escritores, busca nuevos interlocutores? Es difícil saberlo. En esta entrevista con Juan José Vélez Otero, poeta español no adscrito a ninguna corriente, es abordada la situación de la lectura, la escritura y la edición de libros. Vélez Otero ha escrito poemarios que merecieron codiciados premios a nivel nacional e internacional. Licenciado en Filología Inglesa, combina su labor literaria con la docencia en un instituto de enseñanza secundaria.
---
¿Hay un planteamiento de las nuevas generaciones de poetas españoles ante la crisis de valores morales por la que atraviesa España?
No hay poetas jóvenes comprometidos con la sociedad, al menos entre los más conocidos y proyectados. Los actuales poetas jóvenes españoles (conocidos), a la sombra de sus mentores y protectores (que son aquellos que se autodenominan poetas experimentados y sensibles, todos ellos en torno a los 50 años), son en su mayoría clónicos poetisos de salón que hacen una poesía fría y descolorida, carente de toda emocionidad y fuerza. Sí, hay poetas jóvenes que luchan por salir y escriben una poesía con fuerza, pero están vetados y ninguneados por el poder referido.

¿Qué se lee hoy por hoy en tu país?
En España se lee poco, aunque se compren libros. ¿Paradoja? Se regalan libros y se ponen en las estanterías para adorno. Los poetas nos leemos entre nosotros mismos, no hay otros lectores de poesía. La novela está más extendida y, sobre todo, son leídas las obras impuestas y publicitadas por grandes premios corruptos y editoriales que tienen su nómina de autores, no todos buenos, a quienes publicitan y con quienes ganan dinero. Hay otro minoritario público culto y exigente que lee obras clásicas y modernas que ellos mismos se encargan de descubrir.

¿Quiénes son los autores más leídos o de mayor crédito de Latinoamérica?
Fundamentalmente Vargas Llosa, García Marquez, Isabel Allende... y aquellos a quienes se les otorga el Premio Cervantes, Reina Sofía o cualquiera de estos oficialmente pactados y cuyos autores ganadores son leídos mientras dura la moda, por corto periodo. Se leyó también mucho a Borges, Benedetti, Neruda... Y entre los clásicos, César Vallejo, Rubén Darío, la Storni, Ernesto Sábato, Manuel Puig...

¿Cuál debería ser el compromiso del escritor, del intelectual, ante la grave situación económica que tiene en la postración el presente de millones de españoles?
El compromiso del escritor con la sociedad debe ser siempre el mismo, en crisis y en bonanza: honestidad, honradez, virtuosidad, sinceridad, humanidad.

por Delfina Acosta
desde Asunción del Paraguay
25 de Diciembre de 2011

Claudia Bürk nos desea Feliz Navidad

¡Feliz Navidad!
¡Que tengáis la mejor Navidad de vuestra vida! Os envío todos mis buenos deseos y doy gracias a Dios porque os hayáis cruzado en mi camino.
De todo corazón , os hago llegar el cuento que escribí hace escasos diez minutos para esta Navidad. No pude evitar escribirlo con los ojos humedecidos. Espero que os guste.
Está legible en el siguiente enlace a mi blog:
http://claudiaburkfalcon.blogspot.com/2011/12/mi-cuento-para-esta-navidad-2011-la.html

Con sincero y hondo afecto,
Claudia Bürk

Un poema inédito de Nicanor Parra

EPITAFIO

Yo soy Lucila Alcayaga
alias Gabriela Mistral
primero me gané el Nobel
y después el Nacional

a pesar de que estoy muerta
me sigo sintiendo mal
porque no me dieron nunca
el Premio Municipal

de Poemas para combatir la calvicie. 
Antología. 
(Santiago, 6ªed., Fondo de Cultura Económica, 1998)

Premio Roque Gaona para la poetisa Gladys Carmagnola


Momento en que Roque Gaona Giardino entrega su premio a Gladys Carmagnola y observa Gabriela Gaona de Van Humbeeck.
(Una nota de Delfina Acosta)
---
La escritora Gladys Carmagnola recibió el primer premio del concurso “Roque Gaona 2011”, otorgado por la Sociedad de Escritores del Paraguay y la familia Gaona Giardino. También se hicieron acreedores de menciones por sus obras presentadas al concurso los escritores Lourdes Talavera, Susy Delgado y Gabriel Ojeda.
El acto se llevó a cabo en el Salón “Dr, Carlos Caballero Gatti” del Edificio Fénix SA de Seguros y Reaseguros.
La presidenta de la Sociedad de Escritores del Paraguay, Maribel Barreto, hizo una breve síntesis de los libros que se adjudicaron los sitios de preferencia, según el veredicto de los miembros del jurado integrado por los escritores Osvaldo González Real, Delfina Acosta y Raquel Chaves.
Maribel también reflexionó sobre la importancia del premio que instituye la familia Gaona Giardino, en nombre de don Roque Gaona, quien fue escritor, periodista y gran intelectual.
Por su parte, la escritora Gladys Carmagnola desgranó historias, anécdotas y recuerdos que tienen relación con la figura de Caballero Gatti, y su padre, de quien dijo que fue el que le inculcó el amor por la literatura, pues desde su niñez le leyó y luego le hizo aprender poemas de Amado Nervo. Finalmente dijo fragmentos de dos de sus poemas.
Gladys Carmagnola es autora de varios libros, entre poesía, cuentos juveniles y ensayos. Ha publicado numerosos textos en nuestro país y en antologías del exterior.
Asunción del Paraguay
ABC Digital
8 de Diciembre de 2011

El cometa Halley y el tiempo - por Delfina Acosta

Ayer nomás viste crecer la rosa en tu jardín. Y era ella la hermosura en persona. Pero los días pasaron y el tiempo, que todo lo devora, masticó sus pétalos y la llevó a la sepultura. Desde luego, nuevos capullos fueron emergiendo del rosal. Es la ley de la vida.

Por suerte, creo yo, no estamos condenados a ser eternos. Supongo que debe de ser horroroso vivir siempre, presenciar el surgimiento y la caída estrepitosa de un imperio; pasar de la época de la máquina de escribir Remington a una era de Internet que acaso será un mundo paralelo a la comunicación oral, y luego a otra era, y así sucesivamente; aún contra la propia voluntad convertirse en el testigo perpetuo de la aparición del cometa Halley, o sea doblar, triplicar, los 75 años; ver cómo va cambiando la fachada, la apariencia nomás del mundo, mientras en él los hombres se siguen devorando los unos a los otros (los ricos son más ricos, los pobres más pobres); saber incesantemente que las religiones (las más grandes y aún las más pequeñas) no logran ponerse de acuerdo pues la división sectaria es parte de la condición humana; observar cómo la tecnología avanza mientras en ciertas partes del planeta la hambruna deja a la vista las costillas de los niños; suspirar hondamente porque los reclamos de la clase obrera son postergados (bien se sabe que la historia de la explotación del hombre por el hombre es más vieja que la misma historia, valga la redundancia de términos).

Sí, creo que por fortuna no somos eternos.

Pero también consideremos que estamos así, como de paso nomás por este planeta.

De pronto te enteras a través de un llamado telefónico que un ser amado ya no está más, que pasó a mejor vida, como se dice corrientemente. Pero también, dos o tres semanas después, alguien te trae la noticia de que tu familia se ha agrandado con la llegada de un nuevo ser. La vida es una moneda, a veces: oscuridad y luz. Cara y cruz. Y, botánicamente hablando, desprendimiento de hojas y prendimiento de una semilla.

Mas no solo los mal llamados viejos se nos van muriendo, sino también, obviamente, los jóvenes, víctimas del sida, de un accidente, de lo que estaba escrito y sellado que pasara, tal vez, para que dejaran de existir.

Entonces, conscientes de nuestra finitud, sería bueno disfrutar del tiempo este, el que nos toca vivir, con sus luces y sus sombras, sus engaños y sus desengaños.

Apuntes tentativos para un mejor pasar: No vivir presa del odio, que solo trae mala digestión y hasta genera complicaciones cardíacas. Disfrutar de la compañía de los buenos amigos, de los fieles por excelencia. No dejarse llevar diariamente por la prisa, que va sacando el color de los días. Evitar las discusiones sobre todo si se nota que las mismas dejarán en nuestro ánimo una sensación de impotencia. Apreciar lo que se come. ¡Qué buen sabor puede tener esa presa de pollo con la ensalada de lechugas y espárragos, y uno ni se da cuenta, apurado como va por la existencia! No preocuparse, sino ocuparse del tema que debe ser objeto de una solución.

Buscar la compañía de la gente alegre y de buen humor.

A veces el día a uno lo sorprende desganado o tristón. Cuánto bien hace entonces al alma escuchar a las personas que tienen la habilidad de reír y de hacer reír.

Ayudar al necesitado. La solidaridad es el espejo en el cual nos miramos. Pasar por alto los comentarios de las personas necias e ignorantes. Amar.

delfina@abc.com.py

5 de Diciembre de 2011

¿Por qué te detienes en mi tumba? - Stella Maris Taboro

¿Por qué te detienes en mi tumba?
¿Por qué sollozas? ¡No estoy aquí!
Búscame en el aire que cortan los pájaros.
Me verás en la primera luz del amanecer
reflejado en el jardín que tanto amé,
en alguna libélula aleteando en tu ventana,
en la brisa sorpresiva que te hace parpadear,
en el aire que te envuelve y que respiras,
en la estrella primera que en lo alto, brilla.

No te detengas aquí, mi tumba está vacía.
No descanso aquí.

Stella Maris Taboro
"Es sabio quien encuentra en su semejante
la razón de compartir las diferencias"

Fragmento de "El lugar" de Mario Levrero


En la oscuridad total, mis ojos buscaron una referencia y se volvieron a cerrar, sin haber encontrado las rayas horizontales, paralelas, que habitualmente dibujaba la luz eléctrica de la calle, o el sol, al filtrarse por entre las tablillas de la persiana. No me podía despertar; y aunque no recuerdo ninguna imagen, ningún sueño, pienso en mí mismo, ahora, como en un ser que vagaba sin rumbo, con los brazos colgando flojos, sepultado en el fondo de una materia densa y oscura, sin ansiedad, sin identidad, sin pensamientos.
Mucho más tarde, la orden de despertar; y el ser comenzaba a moverse con un asomo de inquietud, como si buscara una salida que no conocía o que no recordaba.
La orden se hacía más apremiante, y con ella la comprensión de la necesidad imperiosa de salir; y hallaba el camino, hacia arriba, hacia una anhelada superficie. La materia tenía varias capas, que se hacían menos densas a medida que ascendía, y la velocidad de mi ascenso se aceleraba progresivamente. Me proyectaba en forma oblicua hacia la superficie; y, por fin, como un nadador que saca la cabeza fuera del agua y respira una ansiosa bocanada de aire, desperté con un profundo suspiro.
Fue entonces cuando mis ojos se abrieron y, desconcertados, volvieron a cerrarse. Mi sueño se hizo luego más liviano, hasta que volví a despertar, con una lucidez mayor.
Advertí varias cosas: que hacía frío, que ese lugar no era mi dormitorio, que estaba acostado sobre un piso de madera sin colchón ni cobijas, en una oscuridad total; y que tenía puesta la ropa de calle.
La lucha contra la pereza fue en esta ocasión necesariamente más breve que de costumbre; la incomodidad del piso desnudo no lo permitía. Me incorporé, gruñendo malhumorado, y mi queja fue acompañada por crujidos de las articulaciones. Me froté brazos y piernas y tosí; los bronquios silbaban al respirar el aire húmedo, y me dolía la garganta.
Mientras buscaba a tientas algún elemento conocido, se me plantearon las preguntas de rigor: dónde estaba, cómo había llegado allí. En realidad esta segunda pregunta tardó un poco más en formularse; aún no había aceptado el hecho de hallarme en un lugar no previsto, y forzaba la memoria, buscando entre las últimas imágenes de mi vigilia, con la certeza de que pronto todo habría de ajustarse con una explicación sencilla: la borrachera en una fiesta, la tormenta que me había sorprendido, en una casa ajena, la aventura inusual que me había llevado a dormir fuera de casa. Alguna vez, aunque no con frecuencia, me había sucedido despertar sin comprender dónde me hallaba; pero era suficiente reconocer la moldura del respaldo de la cama, o el color de una cortina, para hacerme enseguida una composición de lugar, para despertar súbitamente toda la memoria última. En este caso no había-ningún elemento desencadenante, y la misma carencia de elementos no tenía para mí ninguna significación.
Mi memoria se había detenido, empecinada, en un hecho trivial; y se negaba a ir más allá: una tarde soleada, otoñal, y yo que cruzaba la calle en dirección a una parada de ómnibus; había comprado cigarrillos en un kiosco, y daba algunas pitadas al último de un paquete que acababa de tirar a la calle hecho una bola; llegaba a la esquina y me recostaba contra una pared gris. Había otras personas, dos o tres, esperando también el ómnibus. Pensaba que esa noche Ana y yo iríamos al cine. En este punto se detenían los recuerdos.
Mis manos encontraron ahora una pared, y pegado a ella comencé a recorrer lentamente la habitación buscando una ventana o una llave de luz. Era una pared áspera, pintada quizá a la cal.
Llegué a un rincón sin haber hallado nada; seguí mi búsqueda a lo largo de la nueva pared, y luego de cierto trecho mis dedos reconocieron el marco de madera de una puerta, luego la puerta misma, y finalmente su picaporte.
No intenté abrir de inmediato; me tranquilizó saber que había una salida, pero se me creó la inquietud de no saber si era procedente que yo la utilizara; pensaba en gente durmiendo, o en alguna actividad que mi presencia pudiera molestar; o que, por algún motivo, no me conviniera ser visto allí: apelé de nuevo a la memoria, pero no obtuve el menor indicio de dónde estaba, ni de por qué estaba allí. Me sentí al borde de un ataque de nerviosa Traté de controlarme. Tal vez podría haber resistido un tiempo más, permitiéndome seguir rebuscando en la memoria; pero tenía necesidades físicas urgentes: hambre, frío, ganas de orinar, y mis huesos necesitaban reposar sobre algo blando. También tenía ganas de fumar, y el paquete, presumiblemente el mismo comprado en el kiosco, estaba intacto en el bolsillo del saco; lo abrí y saqué un cigarrillo que llevé a los labios, pero luego me fue imposible encontrar el encendedor. Bruscamente tomé el picaporte y lo hice girar; en primer término empujé la hoja de la puerta hacia afuera, luego tiré de ella hacia mí, pero en ninguno de los casos obtuve resultados.
Acerqué un ojo a la cerradura; no logré ver nada. Comencé a sentir un miedo muy intenso. Probé nuevamente el picaporte, sacudí la puerta. La golpeé con los puños y con los pies; no sucedió nada.
Escuché cómo, fuera de mi voluntad, un sonido quejoso escapaba de mi garganta. Con los puños y la mandíbula apretados, y un temblor que me recorría el cuerpo, proseguí entonces mi recorrido, adosado a la pared, arrastrando los pies, extendiendo los brazos.
Llegué a otro rincón y la nueva pared se presentó al tacto de mis dedos tan desnuda como el resto conocido de la pieza.
Mi memoria seguía trabajando por su cuenta; me presentó más detalles de su último registro; la cara del hombre del kiosco, sus bigotes caídos, su mirada azul aguachenta; un árbol próximo a la esquina, con brillos dorados en las hojas secas, y la hoja que caía, recién desprendida de la rama, mientras yo cruzaba la calle; el número exacto de, las personas que esperaban el ómnibus en la parada: eran tres, dos mujeres (una con tapado marrón, la otra con saco rojo, ambas de espaldas) y un hombre pequeño, recostado contra el árbol, un pie apoyado en el suelo y el otro en el árbol.
Llegué a un nuevo rincón de la pieza y muy cerca de él, al parecer enfrente de la otra, hallé una nueva puerta. Las manos me temblaban al hacer girar el pomo: empujé la hoja y esta vez sí, la puerta se abrió.
Me encontré ante una nueva oscuridad.

13:44 | Etiquetas: mario levrero el lugar |
El lugar (fragmento de novela), por: Mario Levrero
http://margadulce.blogspot.com/2010/11/fragmento-de-el-lugar-de-mario-levrero.html

Télam presenta su Suplemento Literario


El próximo lunes 5 de diciembre, la Agencia de Noticias Télam hará la presentación formal de su nuevo Suplemento Literario. El acto tendrá lugar en La Casa de la Defensa, ubicada en Defensa 372, a las 13 horas, y estará encabezado por el Presidente de la Agencia, Martín García y el director del mencionado suplemento, el Licenciado Carlos Aletto.
Este nuevo espacio, que ya está en funcionamiento en su versión digital (slt.telam.com.ar/) y que saldrá también en papel, cuenta con los trabajos —además de los producidos por la sección de Cultura a cargo de Mora Cordeau— de prestigiosos escritores y columnistas, entre ellos: Vicente Battista, Claudia Piñeiro, Juan Martini, Guillermo Saccomano, Mario Goloboff, Leonardo Huebe.
Una de las características de este suplemento dedicado a nuestras letras es sumar voces jóvenes a la de los escritores ya consagrados. Por este motivo SLT se diferencia de otros suplementos culturales que tienen la única intención de ser un espacio publicitario de algunas grandes editoriales alineadas con medios hegemónicos nacionales y extranjeros. SLT entiende la literatura como un espacio de expresión que no debe ser silenciado por cuestiones comerciales o ideológicas.
En estas primeras apariciones en la web cobra un lugar de importancia el género cuento. Un trabajo de Juan Martini ahonda este recorte señalando que el cuento es un género que superará a la novela. Este trabajo se suma a la página que reúne relatos clásicos, rioplatenses y nuevos cuentos.telam.com.ar/.
El suplemento también cuenta con una sección para cada género literario, entrevistas a autores, noticias literarias, reseñas y relecturas de clásicos.
Aquellos que quieran participar con trabajos pueden hacerlo a través del correo electrónico del suplementoslt@telam.com.ar.
http://www.telam.com.ar/nota/9033/

Cómo escribir una novela - por Mora Torres

Ahora enseguida les enseño, apronten lápices para tomar nota (La novela). Dejo que me citen en cualquier lugar (Citas y Frases por personajes conocidos de la historia); ya pronto, en pocos minutos, sabrán escribir una novela.

Lo difícil no es ni siquiera que haya que tener talento (El talento). Yo hablo de, aunque sea, escribir una malanovela. Lo importante es que diga algo chiquito en muchas, muchas páginas (Administración en una página). De que un concepto mínimo pueda estirarse hasta casi, casi, ser un sistema, una teleología -acabo de aprender que télos es traducible por objetivo, meta, sistema.

Y yo puedo enseñarles, de eso no me cabe duda (Diario trágico de una joven maestra). He escrito tantas cosas... tilingas... que han ocupado dentro de todo mucho espacio (El espacio-tiempo se curva en torno al observador). Fíjense. Lo que hago es mezclar la vida cotidiana y mis reflexiones de entrecasa con un ponerme seria como un filósofo y delirar, delirar profanaciones (Cátaros).

Es cuestión de atreverse. Otros se atreven a ganar dinero vendiendo útiles... innecesarios. Yo a tanto no me atrevería jamás. Y tampoco atraparía a nadie. No soy vendedora de objetos y cosas lindas, vendo, módicamente, palabras.

Me atrevo a hablar de la teoría de la relatividad, de los quantos y de los quepos; imagínense si no voy a atreverme a dar cátedra sobre juntar los cadáveres de muchas frases con cierta organización, y un mínimo de imaginación, para por lo menos sorprender. Una vez sorprendido, el lector sigue leyendo; una vez que sigue leyendo, y sigue las "ideas", estas ideas son tan "imaginativas" que no muchos se atreven a refutarlas; no es una mala novela en todo caso, es apenas una novela incomprensible que cuenta algunos sabrosos chismes además, uno puede leer sólo la parte de lo cotidiano -la otra parte no existe; es una partitura pero que ningún músico adiestrado descifraría, es una partitura que sólo yo -el propio autor- descifro. Y además otros se hacen los que descifran, como me hago la que descifra a Joyce cuando no sé siquiera inglés, cómo podría...

(Continúe leyendo Cómo escribir una novela... y deje su opinión en nuestro Blog Editorial)
Por Mora Torres

La Novela - De una entrevista a Claudia Bürk por Rubén García Cebollero

Entrevista a Claudia Bürk
por Rubén García Cebollero
(escritor, novelista, guionista y productor de cine)

¿Novela: qué es y por qué?

Opino que una buena novela te tiene que apartar de la realidad que vives, tiene que ser como un sueño, una vida paralela que además tenga mensajes, te aporte algo.
Mi gran referente es Charles Dickens y Carlos Ruiz Zafón. Ellos poseen la magia. 
A mí me gusta escribir bajo ciertos parámetros, como en el siglo XIX, siempre con mensaje final. 
Una buena novela te aleja de la realidad, pero te la devuelve a la vez más real, te sentirás más capaz de soportarla, de vivirla. 
Las novelas son la medicina para la soledad. Te lo dan todo. 
Una novela que vale la pena siempre "prueba" al lector, es un juego con él, enciende mecanismos.

(Enviado por Claudia Bürk)

MUCHACHA DE CINCUENTA - Poema de Delfina Acosta

Pero tus ojos tienen todavía
la luz de las pupilas de las gatas
que salen al encuentro de la calle. 

Y aquel plateado hilo de tu pelo
es delicada joya, acaso sueño
de la tiara aquella que tu amante
te puso porque reina reclinada
sobre su pecho fuiste en triste tarde. 

Y hay en tu voz un nido de jazmines
que sueltan cuando el viento las sacude
un beso de rencor y de ternura. 

Y sí, estás enamorada y abres
tus brazos, y esta noche, estando fija
la estrella en el oscuro firmamento,
y atentos a un cantar los marineros,
un largo beso morderá tu boca. 

DELFINA ACOSTA
Asunción del Paraguay

Los diez mandamientos de la mala poesía

El poeta español Francisco Álvarez Velasco, webmaster del famoso Portal de Poesía, que ha establecido puentes permanentes especialmente entre las dos orillas del Atlántico, también entre el español, las lenguas hispánicas y otras lenguas, acerca al lector sus impresiones en torno a la literatura, las ediciones de libros y dicta los diez mandamientos de la mala poesía.
Por Delfina Acosta
en ABC Color
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¿Cómo se presenta la literatura en estos tiempos de crisis económica en España?
La posibilidad de editar es mucho menor, porque los lectores tienen menos dinero y se han reducido los apoyos institucionales. La crisis, en lo que afecta a la escritura, puede salvarse bien mediante la Red, pero aquí a veces todo es tan efímero y tan excesivamente abundante que será difícil emitir juicios. En cuanto a la escritura misma, indudablemente los empeñados en escribir literatura seguirán llenando y rompiendo sus papeles o guardándolos en sus cajones. Imagino que la crisis dejará más frutos en la narrativa y los está dejando ya en las columnas literarias de los periódicos.
¿Existe un reformulamiento de la poesía española, considerando la abrumadora realidad social que padecen los “indignados”, por ejemplo?
Demos tiempo al tiempo. Sin una cierta distancia cualquier análisis podía ser equivocado. La presencia de los “indignados” es demasiado reciente para que haya dado fruto alguno en la poesía. Y si alguno ha dado, habrá sido en la llamada “poesía de circunstancias”, que suele ser muy efímera. Sin embargo, la que se llamó, según épocas, la poesía comprometida, social, cívica siempre ha tenido su presencia. Cuando no había tal desencanto político como ahora, los poetas tenían una militancia poética y política: recordemos nombres como Alberti, Pablo Neruda, Nazim Hitmet, César Vallejo, Gabriel Celaya, Blas de Otero. En cualquier caso, parece que los poetas están convencidos de que con la palabra no se puede cambiar la realidad y mucho menos a los amos del mundo.
¿Quiénes son los escritores más comprometidos con este tiempo de emergencia que vive España y Europa?
Contesto con lo anterior: demos tiempo al tiempo.


¿Cuáles son los diez mandamientos para escribir mala poesía?
1. En el principio y en el final no era ni será la palabra.
2. Escribe solo cuando estés en el cenit del dolor o de la alegría.
3. Un verso es una línea cortada para simular que no es prosa.
4. Alégrate mucho cuando un amigo te elogia lo que has escrito.
5. No vuelvas sobre lo que escribes en el primer impulso: no taches, no rehagas.
6. Repítete a ti mismo: soy el más grande poeta que vieron los siglos.
7. No leas a los buenos poetas para que no te influyan.
8. Da preferencia a los ecos y olvida las voces.
9. Desprecia el ritmo y la melodía.
10. Si eres joven, no leas a los viejos; si eres viejo, no leas a los jóvenes.

¿Qué obras y autores de América del Sur son leídos en España?
César Vallejo, Jorge Luis Borges, Carlos Drummond de Andrade, Juan Gelman, Mario Benedetti.

Lo que debe saberse sobre el Portal de Poesía:
-Es monográfico, como indica su nombre: dirigido solo a poetas y lectores de poesía.
-Carece de publicidad, lo cual hace más ágil la visita.
-En la edición atiende a la calidad, pero está abierto a todas las tendencias.
-Ofrece enlaces seleccionados a obras de poetas, páginas de poesía en la Red, de consulta fácil.
- Ha dado a conocer a muchos poetas y ha permitido que se interrelacionen.
-Está en permanente construcción.
-Ha establecido puentes permanentes especialmente entre las dos orillas del Atlántico, también entre el español, las lenguas hispánicas y otras lenguas.
- Los visitantes pueden “bajar” libros y poemas gratuitamente.
-La sección POESÍA ILUSTRADA viene permitiendo un fructífera relación entre poetas y artistas plásticos.


13 de Noviembre de 2011

POESÍA PARAGUAYA: A QUIÉN DEJAR - de Josefina Plá


Josefina Plá
A Gladys Carmagnola de Medina

A quién dejar mi oculto armario
el armario fantasma
de todos los vestidos
que tuve y que me abandonaron
los vestidos
que nunca tuve y que vestí en secreto

El vestido que vino demasiado temprano
y que jamás me sentó bien
el vestido
que llegó ya tarde
para ir a la fiesta
cuando me había dormido

El vestido de párvula
tan igual al vestido
de la primer muñeca

El de la niña del canesú ya estrecho
que apretaba los senos doliéndole en capullo

El de la adolescente que al hombre presentía
ladrón de túnicas en la agobiante siesta

El vestido olvidado
de la mujer que bajo de la sombra
del hombre eclipse se ocultó una noche
y amaneció como la luna llena
sorprendida a la luz en la mitad del cielo

El vestido de guerra desgarrado
como bandera
de la madre rota en dos
para sentirse entera

El vestido de luto que no llevé a mis muertos
que viven todavía

Los vestidos que alguien me prestó para los sueños
... Cuando llegue la muerte también será un vestido
que no veré porque me habré dormido.

Una nota de Delfina Acosta
en ABC Color - Asunción
13 de Noviembre de 2011

EL SECRETO - un poema de Delfina Acosta

No sé porqué pero el silencio estuvo
metiéndose en mis ojos y caía
igual a alguna herida la llovizna,
la que muy lejos cae, en mis pestañas.

Extraña forma de morir aquella.
Y en el jardín los lirios se contaban
con voz de viento y hierba las historias
de otras muertes mías. Los espectros
de rosas insepultas consultaban
en torno a mis insomnios. No sabían
que yo busqué el secreto del espanto
y Dios en su belleza noche a noche.
Aquel perfume suyo fue la infame
respuesta a mis preguntas dolorosas.
¡Señor, hoy brotan rosas sin embargo
de la fangosa tierra de mis dudas!
DELFINA ACOSTA

ENAMORARSE - un poema de Delfina Acosta


Érase una mujer que fue rosal
y los garfios o espinas de su cuerpo
más que doler a su nocturno amante
a ella le dolían y por eso
perder su aroma prefirió una noche,
y sus rosados pétalos abiertos
como una cabellera cuando el pino
bajaba el viento de los astros rojos.
 
Y se deshizo del capullo último.
Y de sus ramas y el deforme tallo
por el que trajinaban las hormigas.

Era un rosal que se creyó mujer
enamorada y terminó pagando
el precio de un amor que no era suyo,
se cuenta sin embargo. Sólo sé
que amar es darse entera sólo al viento.

DELFINA ACOSTA

IMAGEM DA PAZ - Efigênia Coutinho


Poeta, tu conheces da alma a moradia:
É uma trama urdida em ouro pelo Espírito.
Tem compaixão desses reis sem autonomia;
Por este caminho escutem o meu grito!

Nos olhos de todos vejo o receio
Que como eu, eles sobem a montanha.
A fraga de Sísifo perguntando creio,
Da vida o objetivo que existe e sonha!

Dessa montanha elevemos ao cume,
Onde sombra e sol brincam sob o átrio,
Uma cidade – espelho de verdadeiro lume
Oferecendo às almas, todo amor mátrio!

A alma não foi feita de pedra bruta,
Sente olhares enternecidos e espera.
E é na tua voz que sempre escuta
A esperança de Paz numa nova esfera!

Balneário Camboriú

"Quizás" - un poema de Carmen Castejón Cabeceira

Quizás porque sabemos
que la vida es muy corta,
nos la pasamos siempre
con el llanto en los ojos.


La posibilidad
que damos
al instante feliz,
es mínima.

No es que nuestra ilusión
sea estar siempre tristes,
permanecer
sin romper con el hielo
de conocer el fin.

No, no es eso.
Y es que
no advertimos el júbilo
a través de las sombras,
derrochando lo andado
como camino exánime.
El temblor silencioso
de la luz que nos guía
no nos da confianza,
y es todo lo contrario.

Desde que da comienzo
nuestra historia
asidos a la tierra,
iniciamos los rumbos
de los colores
disímiles,
y permeables.

Somos seres lumínicos,
esa verdad nos urge
conocerla al instante,
ignorarla nos daña
y nos desvía.

Esto todo sucede
Por excluir
la lluvia desde niños,
cuando padres y abuelos
en los húmedos días
nos anunciaban
un tiempo
maldito.

Festejamos el sol
pero no confiamos
en su constancia.
Por eso
lloramos casi siempre,
perdiéndonos
los rayos más agudos
y las gotas
de agua
que fresquísimas llegan
a renovar el aire,
y a dar un nuevo impulso
a todo lo que existe.

Carmen Castejón Cabeceira

QUE NO TE PASE A TI - Un cuento de DELFINA ACOSTA


Era caída la tarde. Supe que Mario llegaba porque el portón rechinó.
El perro de la casa lo recibió festivamente.
Yo le dije el mimo al que lo tenía acostumbrado, cuando abrí la puerta: “Pero si vas a resfriarte con el fresco de la calle, cariño. Pasa pronto, pronto, y tomaremos un té de chamomilla ”. Los hombres son niños. Y somos las mujeres quienes los transformamos en señores.
Ellos se convierten en gente mayor sólo cuando se enamoran y deben aguardar bajo la farola de la cuadra, golpeados por los saltarines insectos de luz, que el reloj de la iglesia dé las ocho, para encarar la noche de luna llena. Es entonces cuando el alma de los murciélagos se apodera de los hombres, y comienzan a merodear -sigilosamente- alrededor de tu casa; finalmente su amor se convierte en aquel golpeteo incesante de la rama del boj contra los vidrios neblinosos de tu ventana. Si lo sabré yo, que una noche de estío me pasé sin dormir pues el árbol de los agrios extendía sus ramas espinosas, sus alambres con flores, hasta mi ventanal; un sacudón nervioso, como si recibiera un pinchazo en la vena yugular, me llevó a gritar: “¡Vete Rodrigo de mi habitación!”.
Mario entró. Olía a perfume que uno se aplica detrás de los lóbulos para ir a una cita. Una cena, tal vez. Ah... la espada de la fragancia que corta el aire...
Me dijo que estaba bella.
- Tienes un brillo especial en las pupilas. ¿Entonces has leído “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”? -preguntó. Y yo le dije que todavía no, y él me contestó que era común la injusta vacilación de los lectores ante aquellos hermosos versos de astros azules, de viento, de olvido y de amor de Pablo Neruda.
- Mañana, sí. Mañana... - le susurré.
Debo contar que me amaba. Lo adoraba.
Mientras tomaba su té, cantaba por lo bajo una canción de Edith Piaf.
Vestida a lo Greta Garbo yo me observaba en el espejo con marco de plata de la pared y esperaba que el espejo me mirara fijamente para empezar a delinear un grabado artístico sobre mis grandes párpados.
Después de tomar su té, Mario se sentó al piano. Insistía en el opus 67 de Ludwig van Beethoven en vano. No conseguía liberar el espíritu del genial compositor perseguido, quizás, por los ratones de aquella vieja caja de cuerdas y macillos forrados con fieltro.
Un último sol de oro, el sol crepuscular, intentaba levantar el ánimo de la tarde, posándose sobre las rosas amarillas de los canteros de mi jardín; el aliento rojizo del astro se entremezclaba con el chorro de agua que salía de las fauces de un hierático león por cuyas melenas trajinaban lagartijas amarillas. Y verdosas. De golpe, el sol se desplomó. Había oscurecido. Mario bajó la tapa del piano. Pero ya no era él. Había muerto. A lo lejos se escuchaba el triste piar de un pájaro gris con capucha negra.
No recuerdo qué ocurrió luego, sólo sé que semanas después, cuando el viento soplaba con fuerza en las calles y hacía rechinar el portón, yo me encontraba contando las gotas medicinales preparadas por el doctor Vázquez, que revolvía en mi té de tilo, y en mi otro té, una infusión de flor de azahar, milagrosos, al decir de las lenguas, para los nervios destrozados.
El perro se me volvió tristón. No movía la cola como antes, cuando le decía que se veía fortachón, y le pasaba -suavemente- mis manos por su pelaje gris. Nos mirábamos, y cómo nos comprendíamos. Era esa melancolía, de cuando se trata inútilmente de matar moscas sobre la mesa, la que consumía mis huesos.
Un día Mario vino a casa. Caí semi-desvanecida sobre la alfombra.
- ¿Pero cómo has hecho? -le pregunté.
- Ah..., creí que tú lo sabías mejor que yo. Me has invocado, Margarita. No has hecho más que llorar y dejar la marca de tu boca pintada en el espejo de la sala, que era tu manera de besarme y manchar mi camisa. No pude resistir...
Suspiré. Las aves de los árboles se entremezclaban bulliciosamente.
- Se quedaron con la propiedad de San Telmo mis hermanos María y Alberto, de modo que tendré que vivir aquí, por un tiempo. Dormiré en el sofá. Y ahora haré un café especial, bien batido, para los dos -comentó animado.
Me sentí asombrada al escucharlo resolver con tanta simplicidad su muerte y su permanencia en mi casa. Cada noche, cuando me levantaba para asegurarme de que las barretas cilíndricas de hierro estaban bien corridas, lo encontraba escribiendo con entusiasmo. ¿Qué podría escribir un hombre muerto?
Me figuraba que tendría poco apetito. Sin embargo todas las mañanas se servía un tazón de leche de cabra acompañado con rosquillas untadas con dulce de higos. Como a las nueve y media tomaba dos o tres tazas de café. Almorzaba en una pieza, que funcionaba como ático. Un almuerzo importante, imperial, que superaba las condiciones de mi sucia y estropeada libreta de almacén: tortillas de arroz con una guarnición de ensalada griega, y encima un café espeso y caliente. Al principio no me incomodó que dejara los cubiertos sucios en el lavadero, y que la leche hervida se añadiera como costra a la mesa de la cocina. Pero luego me fastidiaron, me fueron saturando, tantas cáscaras de huevos, tanta sal esparcida sobre la mesa, como si fuera a propósito, tantas semillas de cítricos arrojadas fuera del basurero, que atraían a las cucarachas, las cuales, una vez reventadas por mis zapatillazos, atraían a su vez a las hormigas.
Me hallaba disgustada.
Muchas, tantas cosas no funcionaban bien en nuestra relación. Además había empezado a beber y me trataba con violencia cuando el whisky se le subía a la cabeza. Mario era el menos interesado en encarar con juicio y sentido común los permanentes requerimientos que le hacía.
- Pero es que ya no puedo. ¿Me entiendes? Me he cansado de lavar los platos sucios. ¡Estoy hasta las narices! -Le grité mientras bajaba una tarde de fina llovizna sobre los bulbos de los crisantemos del patio.
El viernes 23, a la noche, al levantarme para asegurarme de que los cerrojos estuviesen corridos, no lo encontré.
Desapareció.
Se hizo humo.
Ya no está más.
Quisiera sentirme en paz, considerar la idea de enamorarme nuevamente y de comprar helados de higos y de frutillas para tomarlos mientras miro la tele.
Pero los hombres, cuando ya no los quieres, siempre vuelven.

D.A.
Asunción del Paraguay

La relación entre literatura y política según Antonio Cornejo Polar

¿Cuál es la relación que hay entre literatura y política?
Bueno la relación que existe entre dos actividades, que como cualquier otra actividad, están inevitablemente ínter penetradas. Yo no creo que haya actividades humanas que puedan aislarse totalmente una de otra. Lo que sucede es que todavía manejamos el concepto de literatura y de arte como un espacio autónomo, autosuficiente, autoreferencial que solamente se refiere a lo estético. En la medida en que ese concepto ha sido superado ampliamente en los últimos años, entonces ya no tiene ningún sentido, por lo menos para mi, establecer deslindes demasiado claros entre lo uno y lo otro. En realidad cuando un escritor escribe, escribe todo él. Es decir, escribe su ser político, su ser ideológico, su ser religioso, su ser estético, etc, etc.

ANTONIO CORNEJO POLAR
Por Guillermo Pérez Vásquez.
Esta entrevista se realizó en septiembre de 1993 en la Universidad de Lima. Publicada en el Suplemento “IDENTIDADES” del diario “El Peruano” el 24 de junio de 2002. 

ROBERTO LÓPEZ MORENO

ROBERTO LÓPEZ MORENO: DOS CULTURAS, VANGUARDIAS Y DIVERSIDAD POÉTICA.

Por: Marisa Trejo Sirvent

Heredero de una tradición poética como la que representa la literatura chiapaneca, con importantes poetas reconocidos en Hispanoamérica entre los que destacan Rosario Castellanos y Jaime Sabines, así como, por una parte, de dos culturas con raíces, en la mejor poesía mexicana del siglo XX y la poesía negrista en América, y, por la otra, de las ricas vanguardias literarias que se consolidaron en América Latina, Roberto López Moreno ha llegado a esta segunda década del Siglo XXI como uno de los poetas vivos de mayor importancia en Chiapas. En México D. F. se realiza un Homenaje Nacional dedicado al poeta chiapaneco, por la importancia de su obra poética y con motivo de sus setenta años, a iniciativa de varios escritores de la capital.

En la Antología de Poetas Chiapanecos del siglo XX titulada Árbol de Muchos Pájaros Roberto López Moreno, se mencionan algunos de los libros de este prolífico poeta que nació en Huixtla, Chiapas, en 1942, y que ha ejercido el periodismo y la narrativa: “Las mariposas de la tía Nati, Yo se lo dije al presidente y La Curva del espiral (cuentos), Entre sus poemarios destacan: “En el sur de la nostalgia, Trece tiempos de eros, Verbario de varia hoguera y De la obra poética donde se compendia toda su poesía. Ha escrito también Silvestre Revueltas (Homenaje antológico) y la antología de cuentistas cubanos Cuando salí de La Habana, válgame Dios así como poesía para niños, obras de teatro, guiones para cine y televisión y ensayos. Su generación es posterior al a de La Espiga Amotinada) (1).

Roberto López Moreno ha experimentado todo en poesía, tanto en prosa como en verso. En su obra “podemos encontrar desde las formas clásicas como el soneto hasta las más innovadoras formas poéticas como las ecuaciones matemáticas, así como infinidad de temáticas y ecos de muy diversas corrientes como la poesía negro-antillana, entre otras” (2). Roberto López Moreno, Premio Chiapas (en Artes, en 2001) ha participado en múltiples festivales y encuentros poéticos internacionales. En Chiapas, hemos tenido oportunidad de verlo muchas veces, aunque no tantas veces en los últimos años como quisiéramos. Recientemente participó al lado de Juan Bañuelos y otros poetas chiapanecos en el 1er. Encuentro por la Paz y la Mundialización de la Poesía, llevado a cabo en Tuxtla Gutiérrez.

 En su poema “Quiero decirte, Jaime” dice:

La noche sabe a Ron
(bestia de luz, ángel de las amarguísimas dulzuras)
a versos ácidos,
a uvas convertidas en torrente,
arde el leño para deletrearnos las entrañas.
Allá en casa los mangos son de este tamaño...
Allá en casa...
El sol es la camisa del día,
las mujeres bajan a lavar al río
con sus torsos desnudos,
retratan sus canciones en el agua
mientras detienen a jícaras el fluir de la corriente.
El sol es la camisa del día
pero vos no me engañás, Jaime, vos sos Tarumba
revuelto con el agua.

Para Mario del Valle “Roberto López Moreno es poeta de la diversidad humana, de sus asuntos relevantes. Y a todos toca, une o separa, dosifica o sintetiza con un lenguaje que implica la métrica tradicional del verso castellano hasta la fórmula matemática, la cita, el aforismo, la carta, el poema en prosa, la música con su extraordinaria sinfonía visual, haciendo de la realidad abundancia de los sentidos, trasunto de riqueza espiritual” (3).

Jorge Solís Arenazas aclara sobre su obra: “Crucialmente eufónica, sensual y lúdica, abiertamente inquieta, la poesía del chiapaneco Roberto López Moreno es una fiesta. En primer lugar, en pocos lugares como en su obra se advierte que el poema es una celebración de ser; segundo, es una escritura centrada en la sensualidad del ritmo, la palabra en tanto que música y no sólo la cadencia y musicalidad constitutivas del poema; también porque es una obra abierta, convocante, vital y vitalista, apasionada pero con la mesura suficiente para no caer en el juego vacuo, en el ansia gratuita del iconoclastia. En suma, poesía que aspira a la comunión más elemental: cada verbo un canto, cada lectura una consagración, cada cuerpo un ofertorio en la danza. En algún lugar se ha dicho que las tres vertientes que recorren su obra son el amor, el paisaje (principalmente la mirada sobre Chiapas, pero también con aproximaciones fundamentales a la ciudad), y, dicho con vaguedad, las “preocupaciones sociales”. Pero se olvida a menudo que su interés fundamental habita en el lenguaje, desde una postura crítica, y es por ello que hay una importancia decisiva en sus otras vertientes. He ahí el otro sentido de fiesta ceremonial. No se olvide que el canto no es sólo esparcimiento, sino conjuro y religación, búsqueda, internamiento apertura”.

Su variada obra poética y su conocimiento profundo de las diversas versificaciones y ritmos lo han llevado a expresarse en una extensa escala de poesía lírica. Pero su obra no se detiene en la forma. Hablar de su poesía es adentrarnos en infinitos temas que no sólo poseen una rica musicalidad y precisas formas, sino también una lucidez de pensamiento que deja ver su preocupación por el ser humano, su historia, la riqueza de nuestras culturas y realidades a través de tópicos que han llevado a su poesía a ser ampliamente reconocida internacionalmente. Es conocido también por su poesía negrista y por haber creado la teoría poética denominada “Poemuralismo”.

Otros poemarios suyos son: Construcción de la rosa, Ábrara, Décimas Lezámica y Sinfonía de Salmos. Sus poemas nos conducen siempre hacia donde él quiere y nos cautivan de inmediato. Observemos por ejemplo, el siguiente poema titulado “Segunda parte: imágenes aztecas” de su libro Sinfonía de salmos (1996, México: UNAM) el manejo de un tema que nos remonta a las tradiciones prehispánicas:

Yo fui el elegido para saciar la sed del dios
que lermará en los borbotones de mi pecho.
Cumplidos los 365 latidos de este tiempo
el cielo habrá de ser un inmenso comal
enrojecido;
que mi sangre cobije la permanencia de la estirpe,
que se alce vertical el día en que las flores nacen,
flor roja será, de tallo invencible
porque arderá con la fuerza de las generaciones.
Que ese día estalle la corola de la danza
que lo construye todo desde su polen, polvo
de pedernal cumplido.
Que en el centro de la flor combatan
los caballeros tigres y ocelotes, los caballeros águila,
para dotar de su energía al cosmos.
Ya se cumplieron los 365 aullidos de la noche,
ya los 365 alaridos del día.
Subo por las escalinatas del brazo de los sacerdotes,
me venzo,
el colibrí de piedra revienta los tejidos de mi pecho,
un estruendo de teponaztles salpica el aire,
de mi pecho surge la flor roja, palpitante,
es como una llamarada que se eleva,
crece, reconoce su origen, lo asume,
toma su puesto.
El sol nos quema.

El Homenaje Nacional a Roberto López Moreno es apoyado por diversas instituciones, organismos e instancia que reconocen a este poeta su trascendencia nacional y mundial, entre ellas se encuentran: la Universidad Autónoma Metropolitana (Azcapotzalco), la Delegación Álvaro Obregón, la Casa de la Cultura Jaime Sabines que se encuentra en San Ángel y la representación del estado de Chiapas en México D.F. Chiapas debe a varios de sus poetas más destacados un homenaje como el que merece, por ejemplo, Roberto López Moreno cuya obra ha sido traducida a varias lenguas. El Movimiento Poetas del Mundo (en Chiapas) y el Proyecto Cultural Sur Internacional (SurChiapas) se unen a la iniciativa hecha por Enrique González Rojo, Arturo González, Arturo Alvar y Adriana Tafoya, que ha sido apoyada por en este Homenaje Nacional al Poeta Roberto López Moreno, en reconocimiento a la obra de uno de nuestros más importantes poetas que está a punto de cumplir sus setenta años y que nos ha legado una prolífica obra poética reconocida en el ámbito internacional.

NOTAS
(1) Trejo Sirvent, Marisa, Sumano Magadán, Héctor y Socorro Trejo Sirvent.(2000). Árbol de Muchos Pájaros. Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México.
(2) Ibíd.
(3) Ibíd.
(4) Solís Arenazas, Jorge. (Online). “Roberto López Moreno y la fiesta”. Críticas a su obra. Consultado el 17/10/2011. Disponible en: http://www.robertolopezmoreno.com/criticas_obra/roberto_lopez_moreno_y_la_fiesta.html
López Moreno, Roberto. (Online). “Segunda parte: imágenes aztecas” en Imágenes del Quinto Sol. Consultado el 17/10/2011 Disponible en: http://www.robertolopezmoreno.com/poesia/imagenes_del_quinto_sol.html

Venado Tuerto: brindarán conferencias sobre el tema OVNI


Fuente: Web de Bibiana BRYSON - Buenos Aires -
Agradezco a mi amigaza Bibiana por esta informacion
http://www.freewebs.com/bibianabryson/
Informó: Guillermo D. Gimenez - Argentina
Enviado por Fernando Mengui

POESÍA PARAGUAYA: STEVE JOBS

La inteligencia perpetua de Dios
tocó un día la vastedad de los espíritus intangibles
y arrancó de cada uno el brillo impalpable
antes de anunciar tu llegada al mundo.
Entonces la voz Suprema, arrancándote del misterio,
te convocó para decirte:
vete a la tierra Steve y cambia ese movimiento lento
de gaviotas amanecidas y fulgores tronchados.
Transforma la belleza, los pasos humanos,
estimula el artilugio que innovará las miradas
quebradas en tantos desatinos.
Anda con tus pies de astronauta eterno,
camina, inyéctate en el útero materno
y prepárate para nacer.
No me preguntes nada,
simplemente llegarás el día menos pensado
por eso no te comprenderán
ni siquiera la madre que te lanzará al mundo
vestido de coágulos y diamantes escondidos.
Aprenderás las reglas, el abandono, la soledad
y los amores siempre tan quebradizos como los cristales.
También sufrirás como el primer hombre,
encenderás la manzana mordida
y con el tiempo sabrán que fuiste un luminoso iniciado
como aquellos que te antecedieron.
Vete a la tierra Steve, conviértete en hombre,
debes crecer como un árbol terrenal
porque de ti lloverán los frutos.
Las calles te enseñarán la lujuria, el desaliento,
la humildad, el poder, la templanza,
los aciertos y desaciertos,
las virtudes y defectos.
Prepárate a sobrevivir
que desde ese lugar inhóspito reportarás la luz
que alumbrará los rincones del planeta.
Súbete a lo más alto
y bájate sin remordimientos
porque volverás a subir
para ensamblar la temperatura de las cosas.
El tiempo cambiará su piel y tú Steve Jobs
siempre serás el alba.
Prepárate porque te irás.
Pero te volveré a llamar
cuando llegue el momento.
La gloria llenará tus manos,
sentirás la miseria del cuerpo
y el último dolor te dará el boleto de regreso.
No importa Steve,
serás la antorcha viva en las perpetuas distancias.
Ya verás, volverás para ser lo mismo.
Depositarán flores, lágrimas y palabras para recordarte,
pero retornarás a mis galaxias Steve Jobs.
Y no te olvides del nuevo ordenador que también me prometiste
con el sagrado idioma de los pájaros.

VICTORIO V. SUÁREZ
7 de octubre de 2011

Enviado por Delfina Acosta
desde Asunción del Paraguay
16 de Octubre de 2011

JARDIN MISTERIOSO - Poema de Delfina Acosta



JARDÍN MISTERIOSO 

Se trata de una mantis religiosa
llevada por insectos himenópteros
a oscuro nido estando viva aún.
Un niño entretenido la contempla.
También se trata de un gusano verde
de un género por mí desconocido
subiendo por la rama de un rosal.
La maravilla es parte de la náusea.
El asco y la belleza son las caras
de la moneda que Jesús dio al César.
En mi jardín las voces se confunden.
Solloza el sauce, y el piar quebrado
de unos pichones cruza cierta brisa.
Pero las flores pujan por abrirse.
Y alguna primavera está llamando.
¡Y vientos de alegría son mis ojos !
DELFINA ACOSTA

Fragmento imperdible de la novela "Redoble por Rancas"

"...el atardecer exhaló un traje negro."

Capítulo 1,

DONDE EL ZAHORÍ LECTOR OIRÁ HABLAR DE CIERTA CELEBÉRRIMA MONEDA

Por la misma esquina de la plaza de Yanahuanca por donde, andando los tiempos, emergería la Guardia de Asalto para fundar el segundo cementerio de Chinche, un húmedo setiembre, el atardecer exhaló un traje negro. El traje, de seis botones, lucía un chaleco surcado por la leontina de oro de un Longínes auténtico. Como todos los atardeceres de los últimos treinta años, el traje descendió a la plaza para iniciar los sesenta minutos de su imperturbable paseo.

Hacia las siete de ese friolento crepúsculo, el traje negro se detuvo, consultó el Longines y enfiló hacia un caserón de tres pisos. Mientras el pie izquierdo se demoraba en el aire y el derecho oprimía el segundo de los tres escalones que unen la plaza al sardinel, una moneda de bronce se deslizó del bolsillo izquierdo del pantalón, rodó tintineando y se detuvo en la primera grada. Don Herón de los Ríos, el Alcalde, que hacía rato esperaba lanzar respetuosamente un sombrerazo, gritó: «¡Don Paco, se le ha caído un sol! »
El traje negro no se volvió. El Alcalde de Yanahuanca, los comerciantes y la chiquillería se aproximaron. 

Encendida por los finales oros del crepúsculo, la moneda ardía. El Alcalde, oscurecido por una severidad que no pertenecía al anochecer, clavó los ojos en la moneda y levantó el indice: « ¡Que nadie la toque! » La noticia se propaló vertiginosamente. Todas las casas de la provincia de Yanahuanca se escalofriaron con la nueva de que el doctor don Francisco Montenegro, Juez de Primera Instancia, había extraviado un sol.
Los amantes del bochinche, los enamorados y los borrachos se desprendieron de las primeras oscuridades para admirarla. «¡Es el sol del doctor!», susurraban exaltados. Al día siguiente, temprano, los comerciantes de la plaza la desgastaron con temerosas miradas. «¡Es el sol del doctor!», se conmovían. Gravemente instruidos por el Director de la Escuela -«No vaya a ser que una imprudencia conduzca a vuestros padres a la cárcel.»-, los escolares la admiraron al mediodía: la moneda tomaba sol sobre las mismas desteñidas hojas. de eucalipto. Hacia las cuatro, un rapaz de ocho años se atrevió a arañarla con un palito: en esa frontera se detuvo el coraje de la provincia.
Nadie volvió a tocarla durante los doce meses siguientes.
Sosegada la agitación de las primeras semanas, la provincia se acostumbró a convivir con la moneda. Los comerciantes, de la plaza, responsables de primera línea, vigilaban con tentaculares miradas a los curiosos. Precaución inútil: el último lameculos de la provincia sabia que apoderarse de esa moneda, teóricamente equivalente a cinco galletas de soda o a un puñado de duraznos, significaría algo peor que un carcelazo. La moneda llegó a ser una atracción. El pueblo, se acostumbró a salir de paseo para mirarla. Los enamorados se citaban alrededor de sus fulguraciones.
El único que no se enteró que en la plaza de Yanahuanca existía una moneda destinada a probar la honradez de la altiva provincia fue el doctor Montenegro.
Todos los crepúsculos cumplía veinte vueltas exactas. Todas las tardes repetía los doscientos cincuenta y seis pasos que constituyen la vuelta del polvoriento cuadrado. A las cuatro, la plaza hierve, a las cinco todavía es un lugar público, pero a las seis es un desierto. Ninguna ley prohíbe pasearse a esa hora, pero sea porque el cansancio acomete a los paseantes, sea porque sus estómagos reclaman la cena, a las seis la plaza se deshabita. El medio cuerpo de un hombre achaparrado, tripudo, de pequeños ojos extraviados en un rostro cetrino, emerge a las cinco, al balcón de un caserón de tres pisos de ventanas siempre veladas por una espesa neblina de visillos. Durante sesenta minutos, ese caballero casi desprovisto de labios, contempla, absolutamente inmóvil, el desastre del sol. ¿Qué, comarcas recorre su imaginación? ¿Enumera sus propiedades? ¿Recuenta sus rebaños? ¿Prepara pesadas condenas? ¿Visita a sus enemigos? ¡Quién sabe! 

Cincuenta y nueve minutos después de iniciada su entrevista solar, el Magistrado autoriza a su ojo derecho a consultar el Longines, baja la escalera, cruza el portón azul y gravemente enfila hacia la plaza. Ya está deshabitada. Hasta los perros saben que de seis a siete no se ladra allí. Noventa y siete días después del anochecer en que rodó la moneda del doctor, la cantina de don Glicérico Cisneros vomitó un racimo de borrachos. Mal aconsejado por un aguardiente de culebra, Encarnación López se había propuesto apoderarse de aquel mitológico sol. Se tambalearon hacia la plaza. Eran las diez de la noche. Mascullando obscenidades, Encarnación iluminó el sol con su linterna de pilas. Los ebrios seguían sus movimientos imantados. Encarnación recogió la moneda, la calentó en la palma de la mano, se la metió en el bolsillo y se difuminó bajo la luna.
Pasada la resaca, por los labios de yeso de su mujer, Encarnación conoció al día siguiente el bárbaro tamaño de su coraje. Entre puertas que se cerraban presurosas se trastabilló hacia la plaza, lívido como la cera de cincuenta centavos que su mujer encendía ante el Señior de los Milagros. Sólo cuando descubrió que él mismo, sonámbulo, había depositado la moneda en el primer escalón, recuperó el color.
El invierno, las pesadas lluvias, la primavera, el desgarrado otoño y de nuevo la estación de las heladas circunvalaron la moneda. Y se dio el caso de que una provincia cuya desaforada profesión era el abigeato, se laqueó de una imprevista honradez. Todos sabían que en la plaza de Yanahuanca existía una moneda idéntica a cualquier otra circulante, un sol que en el anverso mostraba el árbol de la quina, la llama y el cuerno de la abundancia del escudo de la República y en el reverso exhibía la caución moral del Banco de Reserva del Perú. Pero nadie se atrevía a tocarla. El repentino florecimiento de las buenas costumbres inflamó el orgullo de los viejos. Todas las tardes auscultaban a los niños que volvían de la escuela. «¿Y la moneda del doctor?» «¡Sigue en su sitio!» «Nadie la ha tocado.» «Tres arrieros de Pillao la estuvieron admirando.» Los ancianos levantaban el índice, con una mezcla de severidad y orgullo: «¡Así debe ser; la gente honrada no necesita candados! »
A pie o a caballo, la celebridad de la moneda ríecorrió caseríos desparramados en diez leguas. Temerosos que una imprudencia provocara en los pueblos pestes peores que el mal de ojo, los Teniente gobernadores advirtieron, de casa en casa, que en la plaza de Armas de Yanahuanca envejecía una moneda intocable. ¡No fuera que algún comemierda bajara a la provincia a comprar fósforos y «descubriera» el sol! La fiesta de Santa Rosa, el aniversario de la Batalla de Ayacucho, el Día de los Difuntos, la Santa Navidad, la Misa de Gallo, el Día de los Inocentes, el Año Nuevo, la Pascua de Reyes, los Carnavales, el Miércoles de Ceniza, la Semana Santa, y, de nuevo, el aniversario de la Independencia Nacional sobrevolaron la moneda. Nadie la tocó. No bien llegaban los forasteros, la chiquillería los enloquecía: «¡Cuidado, señores, con la moneda del doctor!» Los fuereños sonreían burlones, pero la borrascosa cara de los comerciantes los enfriaba. Pero un agente viajero, engreído con la representación de una casa mayorista de Huancayo (dicho sea de paso: jamás, volvió a recibir una orden de compra en Yanahuanca) preguntó con una sonrisita.- «¿Cómo sigue de salud la moneda?» Consagración Mejorada le contestó: «Si usted no vive aquí, mejor que no abra la boca». «Yo vivo en cualquier parte», contestó el bellaco, avanzando. Consagración -que en el nombre llevaba el destino- le trancó la calle con sus dos metros: «Atrévase a tocarla», tronó. El de la sonrisita se congeló. Consagración, que en el fondo era un cordero, se retiró confuso. En la esquina lo felicitó el Alcalde: «¡Así hay que ser, derecho!» Esa misma noche, en todos los fogones, se supo que Consagración, cuya única hazaña conocida era beberse sin parar una botella de aguardiente, había salvado al pueblo. En esa esquina lo parió la suerte. Porque no bien amaneció los comerciantes de la Plaza de Armas, orgullosos de que un yanahuanquino le hubiera parado el macho a un badulaque huancaíno, lo contrataron para descargar, por cien soles mensuales, las mercaderías.
La víspera de la fiesta de Santa Rosa, patrona de la Policía, descubridora de misterios, casi a la misma hora en que, un año antes, la extraviara, los ojos de ratón del doctor Montenegro sorprendieron una moneda. El traje negro se detuvo delante del celebérrimo escalón. Un murmullo escalofrió la plaza. El traje negro recogió el sol y se alejó. Contento de su buena suerte, esa noche reveló en el club: « ¡Señores, me he encontrado un sol en la plaza! »
La provincia suspiró.

Redoble por Rancas (fragmento de novela)
por: Manuel Scorza
http://www.fabiancasas.com.ar/scorza.htm

Manuel Scorza 
(Lima, 1928 - Madrid, 1983)
Novelista y poeta peruano de la Generación del 50, perteneciente al Indigenismo o Neoindigenismo junto con sus compatriotas Ciro Alegría y José María Arguedas.

"Un mundo perfecto" - poema de Delfina Acosta


UN MUNDO PERFECTO

Caída ya la noche yo fumaba
en el pequeño cementerio y daban
las doce y los jazmines se entreabrían
entonces y una leve mariposa
de un panteón hermoso se escapaba.
Los muertos silenciosos se torcían
trepados al ciprés que el viento frío
movía y un felino enamorado
de la rojiza Luna me acechaba.
No sé por qué razón recuerdo ahora
mis citas con los muertos. Crece el día
y llegan a mis ojos los colores
alegres que a mi vida le faltaron.
En paz estoy con todos. Silba un ave
un canto sin error. Por un instante
el mundo pareciera ser perfecto.
DELFINA ACOSTA

Poemas de amor de Guerrera de la Luz - Primer DVD disponible

¡Hola!

Estuvimos trabajando fuerte en nuestro Mundo preparando el lanzamiento de la primera edición limitada de
"Destellos 1" - 10 poemas de amor de Guerrera de la Luz ilustrados y musicalizados.
Un DVD para disfrutar y obsequiar. Enviado a domicilio.
Incluye el poema "Descalza", ampliamente difundido ya por el mundo de internet.
Informate sobre cómo recibirlo contactando ya mismo vía mail a guerreradelaluz@hotmail.com.ar.
Vista anticipada de algunos "Destellos" puede encontrarse en youtube.
Esperamos tu contacto.

El Mundo de Olga y Daniel
Olga y Daniel Producciones
Esquel - Chubut - Argentina

O MEU VOEJO - Efigênia Coutinho - AVSPE 2011‏

O MEU VOEJO
Efigênia Coutinho

Sou borboleta de asas floridas
Que sob o Sol, no Ar, em giravoltas,
Busca teu simples vôo de natureza
Para que no vôo supremo de minhas idas,
Possa sentir tua presença tão querida
Que levarei comigo em cada volta.
Do casulo posto com firmeza
E escondidos entre as flores,
Renasça sempre, de meu revoar,
As delícias feitas de amores
A preservar de nós, o encanto da vida,
Na eterna essência do recomeçar.
E na imensidão do Universo voejo,
Nas cores de minhas asas a tremeluzir
Deixo fluir toda a minha emoção,
Para alcançar o teu ser que vejo
E num abraço suspirar essa paixão,
Que aflora em mim, todo o teu seduzir!

Outubro - 2011
Balneário Camboriú

Raza de Bronce - de Alcides Arguedas - I (fragmento)


Raza de Bronce
LIBRO PRIMERO: EL VALLE
I (fragmento)

El rojo dominaba en el paisaje.

Fulgía el lago como un ascua a los reflejos del sol muriente, y, tintas en rosa, se destacaban las nevadas crestas de la cordillera por detrás de los cerros grises que enmarcan al Titicaca, poniendo blanco festón a su cima angulosa y resquebrajada, donde se deshacían los restos de nieve que recientes tormentas acumularon en sus oquedades.

De pie sobre un peñón enhiesto, en la última plataforma del monte, al socaire de los vientos, avizoraba la pastora los flancos abruptos del cerro, y su silueta se destacaba nítida sobre la claridad rojiza del crepúsculo, acusando los contornos armoniosos de su busto.

Era una india fuerte y esbelta. Caíale la oscura cabellera de reflejos azulinos en dos gruesas trenzas sobre las espaldas, y un sombrerillo pardo con cinta negra le protegía el rostro requemado por el frío y cortante aire de la sierra. Su saya de burda lana oscilaba al viento, que silbaba su eterna melopea en los pajonales crecidos entre las hiendas de las rocas, y era el solo ruido que acompañaba el largo balido de las ovejas.

Inquieta, escudriñaba la zagala.

No ha rato, al reunir su majada para conducirla al redil, había echado de ver que faltaba uno de sus carneros, y aunque no temía la voracidad de ninguna fiera ni la rapacidad de malhechores, recelaba que fuese incorporado a los hatos de la hacienda colindante, hechos a merodear en los flancos de la colina a orillas del lago o a la vera de los linderos marcados por hitos de adobes o pircas de rocalla, y ya harto conocía el ingrato rondar por entre gente agriada con pleitos, a cada instante suscitados por la posesión de ejidos que los terratenientes aún no habían deslindado.

La noche se echaba encima y pronto se haría difícil ordenar la marcha del rebaño. Al pensar en esto, dejó la zagala sus ovejas bajo el ojo vigilante de Leke, el lanudo y pequeño can, y se dirigió a las rocas que en gradiente coronaban la cima del cerro, cuyos flancos se bañan por un lado en la transparente linfa del lago, y del otro, se tienden con suave declive hacia la llanura, limitada a lo lejos por colinas chatas y altozanos y surcada en medio por la quiebra de un río.

Volvió a trepar a lo alto de una empinada roca, y desde esa atalaya tendió los ojos en torno.

El lago, desde esa altura, parecía una enorme brasa viva. En medio de la hoguera saltaban las islas como manchas negras, dibujando admirablemente los más pequeños detalles de sus contornos; y el estrecho de Tiquina, encajonado al fondo entre dos cerros que a esa distancia fingían muros de un negro azulado daba la impresión de un río de fuego viniendo a alimentar el ardiente caudal de la encendida linfa. La llanura, escueta de árboles, desnuda, alargábase negra y gris en su totalidad. Algunos sembríos de cebada, ya amarillentos por la madurez, ponían manchas de color sobre la nota triste y opaca de ese suelo casi estéril por el perenne frío de las alturas. Acá y allá, en las hondonadas, fulgían de rojo los charcos formados por las pasadas lluvias, como los restos de un colosal espejo roto en la llanura.

Un silencio de templo envolvía la extensión. Todo parecía recogerse ante la serenidad del crepúsculo, y diríase muerto el paisaje si de vez en cuando no se oyese a lo lejos el medroso sollozar de la quena de un pastor o el desapacible repiqueteo de los yaka-yakas, apostados ya al margen de sus nidos cavados en las dunas del río o en las quiebras de las rocas.

Raza de bronce (fragmento de novela), por: Alcides Arguedas
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/realismodelsigloxx/alcidesarguedas/RazadeBronce/LibroPrimero/ElValleI.asp
Imagen: http://www.biografiasyvidas.com/
Texto: monografias.com

I Certamen Internacional MundoPalabras de Microrrelatos


15 de noviembre de 2011

El portal literario www.mundopalabras.es , cuya finalidad es la promoción de autores, convoca el Primer Certamen Internacional MundoPalabras de Microrrelatos.
Podrán participar en el certamen todos los autores, de cualquier edad, nacionalidad y país de residencia, con obras escritas en castellano.
Las obras serán inéditas (incluido Internet) y no premiadas ni que estén pendientes de fallo en otro certamen.
Sólo se admitirá una obra por autor.
La longitud de los trabajos no excederá de las 100 palabras.
Mayor información: www.mundopalabras.es

Premios Gandalf 2011


30 de noviembre de 2011

La Sociedad Tolkien Española, fiel al cumplimiento de sus fines (indicados en el artículo 5 de sus Estatutos), por medio de su Comisión de Literatura, convoca los Premios Gandalf 2011.
Puede participar cualquier persona de cualquier nacionalidad, sea o no miembro de la Sociedad Tolkien Española, a no ser que forme parte del jurado de la presente edición.
Los relatos, escritos en castellano, deberán ser inéditos y estar coherentemente ambientados en la Tierra Media o cualquiera de los otros universos creados por J. R. R. Tolkien.
El jurado será, en último término, quien decida si cumplen este requisito, de acuerdo con la Base Undécima.
Los relatos contarán con una extensión máxima de 15.000 palabras.
Cada participante podrá enviar cuantos relatos desee bajo un mismo seudónimo, aunque sólo podrá optar a un premio. No se admitirán a concurso relatos ya presentados a anteriores ediciones de los Premios Gandalf.
Los textos deberán presentarse bajo seudónimo no reconocible y deberán ser enviados en un sobre sin el nombre del remitente. Se tendrá que remitir el relato impreso, acompañado de un CD-ROM con el relato en formato electrónico. Se aceptarán únicamente archivos en formato DOC o RTF. Los archivos podrán enviarse, opcionalmente, comprimidos en formato ZIP. En un sobre cerrado deberán adjuntarse los datos
personales del autor: nombre y apellidos, domicilio, teléfono y dirección de correo electrónico si se dispone de ella.
Alternativamente, se podrá optar por el envío mediante correo electrónico, bajo las condiciones especificadas en la Base Decimotercera.
La fecha límite de entrega de los trabajos será el 30 de noviembre de 2011. En el caso de los relatos enviados por correo postal, se tendrá en cuenta la fecha del matasellos, siempre que sean recibidos en un plazo de cinco días naturales tras la fecha anteriormente indicada.
El resultado se fallará en enero de 2012, por medios que serán anunciados previamente por canales similares a los usados por estas Bases, y será comunicado con la debida antelación a los ganadores.
Los premios serán los siguientes:• Primer premio, 150 euros, diploma acreditativo y una estatuilla de Gandalf;
• Segundo premio, 75 euros y diploma acreditativo; • Tercer premio, una suscripción gratuita a la Sociedad Tolkien Española durante un año y diploma acreditativo.
El jurado podrá declarar los premios desiertos.
La Sociedad Tolkien Española se reserva el derecho de publicar los relatos ganadores. Podrá, igualmente, publicar los relatos no premiados, solicitando siempre y en todo caso el consentimiento previo y por escrito del autor.
El Jurado estará formado por Graciela Lorenzo Tillard “Nesial”, Pilar Caldú Royo “Eithel Lindale”, Daniel Morera Schultes “Ylmir”, Mónica Sanz Rodríguez “Elanor Findûriel” y Ana Peris de Elena “Estelwen Ancálimë”, junto con los suplentes Sonia Morales Caballero “Altáriel” y Paula de Andrés Martínez “Erendis”, y se reserva el derecho a resolver cualquier situación no prevista en estas bases, siendo su decisión inapelable.
Los relatos deben enviarse a la siguiente dirección: 
PREMIOS GANDALF
Antonio Rodríguez 
C/ San Atilano 10, 2º
49003 Zamora (España)
Podrán enviarse igualmente a través de correo electrónico desde una dirección no identificativa, a la dirección
premiosgandalf@sociedadtolkien.org. El cuerpo del mensaje estará vacío y se incluirán los siguientes adjuntos (no se admiten otros formatos):
• “seudónimo”-“título del relato”.DOC/RTF/ZIP
• “seudónimo”-datos.DOC/RTF/ZIP
Ejemplo:
• Relato aislado: Celebrinnir-De la Pena en los Caminos.rtf
• Relato (de varios):
Celebrinnir-01.rtf (01 o número que proceda).
• Datos: Celebrinnir-datos.rtf

Por cada uno de los relatos recibidos por correo electrónico, se enviará acuse de recibo a la dirección desde la que fueron enviados en un plazo máximo de una semana.
A esa misma dirección de correo electrónico, premiosgandalf@sociedadtolkien.org , podrán enviarse dudas relacionadas con el funcionamiento de este concurso. En ese caso, deberá especificarse en el asunto del mensaje de la siguiente forma: “Gandalf: Duda”.
La participación en el concurso implica la aceptación de todas estas bases.
Mayor información: 


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