A mis lectores: Escribí "La Soledad del Diablo" con varios objetivos. Crear conciencia de la sociedad que tenemos, y nada hacemos por modificar.Para los que gobiernan la República Argentina; pues me siento estafada por el Estado Nacional.Para los que acumulan dinero y se lamentan de los niños que duermen en la calle y nada hacen.Para mi que de alguna forma no me había involucrado hasta hoy.Para que mis hijos guarden de su madre el mejor de los recuerdos.Para que dejemos de tirar la basura en la puerta de nuestros hermanos, teniendo nuestro espacio.Para que todos y cada uno de nuestros representantes oigan el clamor popular.Para que dejemos de lado banderas políticas por una Patria justa y equitativa.Para que se cumpla la Constitución Nacional de una vez por todas.Y en especial para no olvidar la historia; pero observando y haciendo observar que hoy no tenemos paz los habitantes de este suelo y dejemos de hecharle la culpa al diablo; Pues la culpa es toda nuestra.Y que podamos vivir con libertad , esto significa salir a la calle y volver a nuestros hogares vivos. Suelo sentir antes de pensar, como casi todo el común de la gente. Al parecer según dicen, mi carácter es sumiso y dócil en el vivir cotidiano. Sin embargo me conozco y se que soy indomable en las pasiones; algo terca y bastante solitaria. He sido gobernada por la voz de la sinrazón, tratada de inútil, incompetente para determinadas circunstancias, como por ejemplo generar mi propio sustento en tiempo, y ganar dinero. Y es verdad, que es lo más triste para mí. Por esta parte de mi vida tan gris, fui y soy de alguna forma victima de la inequidad, de la dulzura y benevolencia ajena. Siempre creí en las causas altruistas y no voy a determinar cuales fueron. La idea de libertad me hace presa, pues no manejo mi dinero y vivo de la caridad de un ser que sólo me aprecia -vaya una a saber por qué-. ¡Que trastornos de sentimientos! ¡Que desorden tan grande en el corazón! Es cruel sentirse infame o torpe para ciertos menesteres. Digo que hay que imaginarse todo esto, pasando por este trance en que mi mente es un callejón sin salida, casi como un laberinto Borgiano. Yo no tenía conocimiento suficiente como para percatarme de cuántos estaban en mi contra, eran las apariencias, y así las tomaba yo, es como haber estudiado y hablado en mi idioma natural, pero los demás oían otro idioma, jamás el mío. Para ponerme en el lugar de los demás, trataba con afán que se pongan en el mío, pero sólo sentía el rigor de un castigo espantoso de un delito no cometido, que me causara daño moral y físico. El dolor del cuerpo me fue invadiendo y lo aceptaba como algo natural, pero la indignación, la ira y la tristeza me llevaron paulatinamente, a la humillación primero, luego a la desesperación e incertidumbre que me torturaba, por supuesto castigada por faltas no cometidas de manera voluntaria o premeditada de esas que no se puede salir sin esfuerzos casi heroicos que asustan a veces. Así estando ya en el abismo la pregunta fatal era irremediable: Le dije a Dios: ¿Por qué me has hecho tan débil?... Creo yo que la energía de Dios habita en mi conciencia (tal vez, en la de todos), la respuesta llegó desde mi hemisferio izquierdo (es el que siempre me responde y ordena las ideas) "eres débil para entrar en la vorágine de esta vida, y lo suficientemente fuerte para no caer en ella", por supuesto no me creí nada....claro, es que no puedo afirmar algo que jamás sucedió... que Dios respondiera a mis interrogantes. Siempre existe un orden sucesivo de ideas y conceptos, cada quien lleva un manual de formas e intereses creados, existen muchos criterios y normas de vida a seguir. Tarde comprendí que me había equivocado, el camino elegido no era favorable para mí, ni para mis afectos más íntimos. Pude comprenderlo algo después. En el fragor de mis últimos diez años, aprendí que el error es funesto y que no alcanza con amar. Así es que sincerándome surge una dificultad nueva: no me inserto en ningún lugar, ni rango social, ni puedo comunicarme de otro modo que no sea escribiendo. Amortiguó bastante mi desesperanza el saber que aquellos que dominan a los demás, no son más sabios ni más felices. ¡Como me gustaría leer el alma del prójimo! serían muchos más a los que desearía decirles: ¡que pobres son! Esta reflexión, cuya razón o verdad molesta a tantos, nada tiene de exagerada, aunque si reconozco tiene mucho de soberbia e intemperancia a estas alturas de mi sendero no luminoso. Siempre parecí ociosa, lo sé, empero no lo soy, debí hacer caso al refrán (hazte fama, y échate a dormir), yo siempre tenía todo listo y organizado a la hora de estar todos juntos, gravísimo error. Soy muy contemplativa, el ocio es un azote, una bofetada a la vida misma...tan grande como la soledad que hoy en día padezco, y otras veces disfruto. Años atrás fui parte de ciertas murmuraciones, chismes, enredos y mentiras, todo creado en ámbitos verdaderamente ociosos, donde ahí, la única preocupación era hablar siempre de lo mismo, cosa que también aprendí, es pura fruslería que a nada conduce...Este tipo de relaciones humanas son muy comunes es nuestra sociedad, ya he salido de tanto ruido alborotado con personas que no decían quererme, o si, tal vez, pero ya no figuran en mi agenda...pues yo he cambiado, y eso no se perdona. Afirmo que cada cual se dedica a su ocupación, esta en silencio, abocado a su labor, no le sobra tiempo para disiparse en la vida ajena...debería hallar una formula donde se unan las personas con un fin determinado y así sólo se ocuparían del tema en cuestión. Esto no significa ser anacoreta o poco lúdico, sencillamente ser y dejar ser, compartir e intercambiar opiniones sin enajenar la libertad de acción y expresión de nadie. Estoy retirada de estos campos, no interactúo por decisión. Lo raro de todo esto es que considero el infierno al propio Planeta Tierra, y la paradoja es la gran duda existencial que surge de tanto en tanto...esa duda es ¿existe realmente una fuerza superior, hecha a imagen y semejanza de los hombres? Será. Los buenos dicen somos buenos, y los malos también, nadie es culpable de nada en este suelo.... Para redimirse habría que nacer sin conciencia, ser como niño, tarea imposible para el humano Este orden de reflexión me ha dado algo de paz en mi mente enardecida y ha contribuido a que me dedique a lo que en realidad me ofrece mi mente y siempre adore, escribir, mal, pero escribir. Mi pulso esta acelerado por pensar que alguien leerá esto o saber que a mi muerte algo de mi quedará en la tierra definitivamente. Fui excesiva y desproporcionada en algunos momentos de mi vida, cosa que me ha provocado un cierto grado de locura a los ojos de los otros, quizás también yo lo crea así. Sin embargo puedo permanecer en absoluta armonía sólo conmigo misma, y parecer pasiva y tranquila entre los otros. Mi formación fue concebida a la lectura, estudio, y cristiana. Esto me ayudó mucho a discernir por mi propia cuenta las bajas y banales interpretaciones, según la conveniencia de cada uno, a las lecturas de la Biblia o Sagradas Escrituras, dá lo mismo, o no....La filosofía es mi tema favorito, en antropología entiendo el por qué de las diferencias físicas en los seres humanos y animales, dime donde naciste, de donde provienen tus genes, en que clima, en cual de los cinco continentes y te diré eres así porque tu etnia se conformó de esa forma, parece confuso, pues no lo es, cada país con su ley, su constitución, sus tradiciones, ritos y leyendas....muchas religiones se arrogan el poder de salvar nuestras almas, y el mundo sigue su orden natural, aunque el hombre destruya todo lo que hay a su paso. Sí, soy de ésta tierra que me cobijó y donde nací, pero mis ancestros y mi padre no lo eran, mezcla de asiáticos, árabes, armenios e italianos. El placer más intenso es plasmar todo lo que pienso y escribo, seguro no he de hacerme rica, ni quizás sea famosa, eso es harto difícil, pero yo he logrado mi objetivo más próximo. Habrán notado que los hombres cambiamos con el pasar del tiempo, es diferir y cursar sus vidas según las experiencias, cosa que molesta mucho a los rígidos ortodoxos, no entiendo razón de ser en ello, sin embargo, no ven sus propios cambios pues nadie es estático, claro que coexisten naturalmente, no sé cómo. Sondeando en mi interior e investigando las causales del comportamiento, entendí que se depende de la impresión posterior y de los objetivos obtenidos. Aparecen por naturaleza las miserias humanas, y los cuatro elementos físicos que nos dan vida y condicionan lo que somos, la tierra, el agua, el aire, y el fuego, esto es así irremediablemente en el mundo entero; los colores, los sonidos, los silencios, andar sin parar corriendo detrás del objeto más deseado, el trabajo duro, o soñado, el reposo, todo esto y tanto más influye en el cuerpo y mente del ser... de eso a lo que llamamos envase prestado, mejor no entrar en el campo de las emociones por ahora. En fin unido este pequeño bloque sé que soy vulnerable a casi todo, que soy paradójica, sincera, cruel también a veces, que me comporto diferente según que o quién tenga enfrente, pocas cosas me asustan, pero me preocupaba demasiado por lo que los demás pensarían de mí, hay...si lo hay, trabajo agotador, y aburrido como pocos. Que piensen lo que más les guste, yo me conozco y con eso alcanza ya. Estoy fatigada. Saben, les cuento que por estas cosas y muchísimas otras nació: Mi libro, con la certeza de ser una escritora y la incertidumbre que la sociedad propone.
Olga Tehalekian..
Algún día de 2010.-- así fué.
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