Las palabras son puentes y hay que usarlas con exquisita delicadeza porque algunas de ellas son puentes rotos, (si sólo son en su origen lo son en su semántica). Hay muchas palabras cuyo significado se ha degenerado por el uso milenario, como por ejemplo: obediencia, disciplina, metanoia, dividir, memoria, apatía, corrupción, inteligencia, absoluto, y quizá también la palabra meditación.
Enviado por María Querol Visconti