Abrázame como si nunca me conocieras
bésame en cualquier instante, sin contemplaciones
sin inhibiciones, con locura.
Bésame con pasión, con ardor, con excitación
como solo tú sabes hacerlo,
con tus labios encendidos
que la miel de tus deseos,
me hagan desaparecer.
Abrázame en cualquier instante, sin contemplaciones,
como si no te importara que estuviera ausente
como si viniera de tierras lejanas,
como si hubiese aparecido en este instante.
Bésame como si tuvieras algún motivo para hacerlo,
como si te hiciera falta, a un que sea un instante,
como si te importara.
Abrázame porque soy el que te lo pide,
el que te ruega que vuelvas,
el que te suplica perdones.
Bésame, abrázame, acaríciame
como en aquellos días,
que mis labios y cuerpo
tembloroso clamaban por ti.
Abrázame y bésame, aunque sea sólo un instante,
busco recobrar tus besos sabor a miel,
tus caricias en mi cuerpo,
tu exquisito aroma de mujer.
Autor: Bernardo Calderón
---